11.

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—¡Detesto esto, pero al fin terminé! —Jisung cerró de golpe el cuaderno.

Llevaba casi toda la tarde perdiendo la cabeza gracias a todas las tareas que debía acabar.

—Sí, lo detestas tanto que decidiste alargar tu periodo de estudio. —comentó ella de forma sarcástica.

—Calla, el maestro me reprobó porque según soy muy distraído y revoltoso —se cruzó de brazos y rodó los ojos—. Y no quiero hablar de eso, mejor dime, ¿no pasó nada entre tú y Felix ayer?

—¿Qué pudo haber pasado? —se sentó a su lado— Aún no quiero presionarlo con eso, no está del todo bien.

—Pero él actúa muy pegadito a ti. —la miró pícaro.

—Sólo es amigable, él mismo lo dijo. —se encogió de hombros.

—¡Deja de ser pesimista! Seguro que él está volviendo a sentir lo mismo por ti. Por cierto, él mencionó algo de ir a acampar con su familia, podrías aprovechar esa oportunidad.

—¿Y yo qué podría hacer? —elevó los hombros en confusión— Soy más torpe que tú, Chan y Minho juntos. —resopló.

—¡Hey! —la golpeó suavemente— Al menos estás peor que nosotros.

—Jisung —lo miró seria; este asintió—... No ayudas.

—Si sigues así no podrás hacer nada ni con mi ayuda. —frunció los labios. Ella suspiró.

—Además no veo señales de que esté recordando algo. Sigue igual. —musitó decaída.

—Tienes razón —colocó su mano en su barbilla, pensativo—. ¿Hacemos un picnic mañana?

—¿Mañana? Mamá debe trabajar, no creo que me deje. Seguro se ha de quejar porqué todo el tiempo estoy en la calle.

—Es fin de semana y además son vacaciones, ¿qué harás encerrada todo el día?

—Tal vez mamá me obligue a limpiar, otra vez.

—Oh, vamos —alargó—. Yo le preguntaré por ti.

—¡Oh pero que buen amigo tengo! —lo abrazó por los hombros y los estrujó fuertemente.

—¡Auch! Déjame respirar —se quejó por lo bajo y ella se alejó—. Lo hago porque Lee Felix estará contigo sí o sí.

—¿Por qué todos quieren vernos juntos? —sonrió confundida.

—Él se ve feliz contigo —se encogió de hombros—. Además, antes del accidente, él nos pidió ayuda para pedirte ser su novia.

Ella lo miró sorprendida ante aquella confesión, no tenía idea de que él planeaba hacer eso. Bajó la mirada algo triste, sólo podía pensar en la posibilidad de que, si el accidente no hubiese ocurrido, ellos estarían juntos para ese entonces.

(...)

Justamente el par se encontraba frente a la madre de la fémina, ambos en completo silencio, mientras la mujer los miraba con atención para escuchar lo que querían decirle.

Jisung comenzó a hablar y, luego de llevar un buen rato diciendo cosas sin sentido, finamente le pidió permiso. Para su suerte su madre dijo que sí sin muchos rodeos. Jisung y ella celebraron por lo bajo, después de todo las palabras sin sentido de Jisung sí funcionaron.

—¿Quieres salir a caminar? —propuso ella después de estar en un aburrido silencio.

Los demás chicos debían estar ocupados en sus asuntos, por lo que no se podían reunir y así tener algo en que matar el aburrimiento.

—Está bien. —Han se encogió de hombros.

—¡Mamá, Jisung y yo iremos a caminar!

—¡Está bien, no vuelvas tan tarde!

Salir con Jisung implicaba dos cosas: pláticas sin sentido con un sinfín de risas de por medio. Estar con él era bastante agradable y sobre todo, entretenido y con eso el tiempo pasaba volando. Mientras caminaban y charlaban, pudieron divisar una silueta muy conocida a lo lejos viniendo a su dirección.

—Ese es... —trató de agudizar la vista.

—Felix —completó Jisung— ¡Felix! —lo llamó, el chico volteó a verlos y se acercó.

—Hola. —agitó su mano.

—¿Qué haces aquí, no deberías estar descansando? —habló Han.

—Quise salir a caminar y le avisé a mamá que lo haría. Ando con cuidado, no te preocupes.

—¿Quieres venir con nosotros? —propuso ella. Felix asintió y así reanudaron su caminata.

—¿Quieres ver a Felix celoso? —susurró Jisung riendo maliciosamente, a lo que ella lo miró confundida.

—¿Qué planeas? —entrecerró los ojos.

—Ya verás —se colocó al otro extremo, a modo que ella quedara en medio de los dos— ¿Qué harás mañana, pequeña? —preguntó pasando su brazo por los hombros de la chica.

Inmediatamente Felix volteó a verlos.

—¿Qué? —lo miró. Jisung picó sus costillas— Auh, no lo sé. ¿Por qué? —sonrió forzosamente.

—Planeaba hacer algo. No me gusta que estés aburrida. —picó sus mejillas. Felix arrugó levemente su entrecejo.

—Pero tú no ibas —ella iba a decir algo que podía ir contra su plan, por lo que Jisung picó sus costillas otra vez—... ¡Hey! ¿A dónde quieres ir?

—No lo sé, tal vez...

—Hey, pero yo quería invitarla a salir mañana. —intervino Felix antes que ella aceptara, tomándola de la mano y la halándola en su dirección.

Ella volteó a ver a Jisung con la boca levemente abierta y este le dedicó una sonrisa cómplice mientras guiñaba un ojo.

Memories ; Lee FelixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora