—Gracias por tomarte el tiempo y acompañarme de regreso a casa. —sonrió incómoda, todo el camino lo fue así en realidad, incómodo a más no poder.
Después de que Sujin hizo ese comentario, que por cierto se notó que lo hizo con mala intención, la castaña no supo qué contestar ante la mirada de todos, siendo Changbin quien le salvó el pellejo cómo de costumbre.
—No hay problema. —Felix se notaba inexpresivo y sabía que era por lo ocurrido horas atrás.
—Sobre lo que Sujin mencionó... —frotó su brazo con nerviosismo.
—No te preocupes, no me molestó. —sonrió forzadamente.
—Pero en realidad yo... —el australiano la interrumpió.
—¿Aún vendrás mañana conmigo? Así podríamos pasar por ti.
Realmente él no quería escuchar más sobre el tema, estaba muy dolido y no tenía tiempo para ninguna excusa que ella fuera a elaborar.
—Claro que iré pero no es necesario que vengan, yo llegaré a tu casa.
—Entonces, nos vemos. —agitó su mano mientras apretaba sus labios y retrocedía lentamente.
—Ah... Sí, adiós. —se movió en su lugar, insegura de si debía acercarse a él y besar su mejilla, ya que él parecía no querer hacer contacto con ella de ningún tipo.
Al notar que Felix se giró y comenzó a alejarse, ella le imitó y entró a su casa. Saludó a su mamá, quien se mantenía muy atenta a la televisión y se dirigió a su habitación para tomar una rápida ducha y así disfrutar de una larga siesta por el resto de la tarde y toda la noche.
(...)
—Despierta dormilona. —sintió la mano de su madre acariciar su pelo. La chica soltó un balbuceo seguido de un quejido y se giró. La mujer rió.
—Mamá, déjame dormir. —se cubrió de pies a cabeza con la sábana.
—¿Bromeas? Has estado durmiendo desde que llegaste ayer por la tarde y ya son las nueve de la mañana. ¡Arriba! —apartó la colcha de su rostro de un solo tirón.
—¡¿Ya son las nueve?! —se levantó bruscamente— Oh Dios, necesito acompañar a Felix a su cita con el doctor.
—¿Y tú con permiso de quién irás? —la mujer se cruzó de brazos.
—Con el permiso de la mamá de Felix. —respondió insegura, haciendo que sonase más cómo una pregunta que una afirmación, llevándose una mala mirada por parte de su mamá.
—No me niego a que lo acompañes, pero sabes que debes consultarlo conmigo antes de hacer planes.
—“No me niego a que lo acompañes” tomaré eso cómo un sí, ¿puedo? Gracias, debo alistarme ya. —se puso de pie y corrió a encerrase al baño.
Tomó unos treinta minutos en alistarse y quince en tomar un desayuno rápido, aún le quedaba más de media hora, después de todo la cita era a las diez treinta y la casa de Felix estaba a menos de diez minutos. Le pidió a su mamá que la dejara en casa del australiano y esta accedió.
Estaba un poco emocionada porqué sentía que por fin tendría algo de tiempo sólo con Felix desde que Sujin había llegado. Una vez llegando, saludó a Felix y a su mamá, quienes no tardaron en emprender camino.
Notaba y sentía a Felix un poco serio, por no decir frío y distante, pero esa actitud se esfumó al momento de llegar a la clínica, dónde él tomó su mano mientras movía su pierna de forma ansiosa.
—¿Por qué estás tan nervioso? —rió ante el comportamiento del chico— No es cómo si fueras a recibir una inyección o algo así, es un simple chequeo.
—Igual me causa nervios, nunca me ha agradado el hospital, ni las clínicas... nada, jamás. —abrió sus ojos en una mueca de terror mientras negaba.
—Está bien, creo que te entiendo. —acarició la mano de este, tratando de calmarlo, aunque sabía que era algo en vano; Felix era un miedoso. La señora sólo apreciaba la escena con una sonrisa y una que otra risilla logró escapársele.
Después de unos minutos llegó su turno de entrar. Su madre tuvo que tomarlo de la mano para adentrarlo al consultorio, mientras la menor se quedó en la sala de espera. Se percató que una enfermera entró al mismo consultorio y de inmediato se imaginó lo que venía; rió en su mente al imaginarse la escena. Después de unos minutos que parecieron eternos, la mujer y Felix salieron, este último casi llorando.
—Nadie me dijo que sí iba a recibir una inyección. —se quejó mientras sostenía su brazo. La menor rió.
—Lo siento, hubiera sido peor si te lo hubiera dicho —habló su mamá—. Pero ya pasó, ¿qué te parece si vas con ___ a desayunar algo? Después de todo ella ha venido hasta acá con nosotros sólo para intentar calmar tus berrinches.
—¡Mamá! —frunció el ceño— La llevaré sólo si ella acepta. —miró hacia la castaña.
—Me encantaría acompañarte pero desde ya te digo que desayuné en casa y estoy bien. —sonrió amable.
—¿Quieren que los lleve o...
—Está bien, caminaremos. —respondieron ambos al unísono. La mujer asintió sonriendo y se despidió de ambos fuera de la clínica.
—En realidad no tengo hambre, sólo quiero algo para beber. —comentó él.
—Será mejor que comas, no quiero que te sientas mal luego.
El chico sólo se encogió de hombros, restándole importancia al comentario de la chica, mientras ella sólo alzó las cejas al ver su gesto.
Entraron a un local de bebidas; ella optó por un granizado de mango con tapioca y él por un batido de banana y fresa, así prosiguieron a tomar una mesa.
Pasaron unos cortos minutos en los que ninguno pronunció palabra alguna. Últimamente las cosas entre ellos se tornaban incómodas con facilidad.
—Felix —lo llamó al notar que estaba muy callado. Él posó su mirada en ella mientras alzaba las cejas dándole a entender que continuara—... ¿Podemos hablar?
—¿Sobre qué?
—Lo que tu amiga dijo ayer.
—Ya pequeña, no me molestó, entiéndelo. —habló con calma.
No iba a mentir, sí le hizo sentir un poco mal el comentario de Sujin, pero ¿qué más daba? Tal vez ella sí sentía algo por Jisung o Changbin e intentó corresponder a sus sentimientos por lástima ante su condición. Eso pensaba él.
—Puedo notar la molestia en ti —dijo seria—. Lo que ella dijo no es cierto, bueno en parte sí, pero en realidad tú eres el único que siempre me ha gustado. Sólo le dije que no para averiguar algo. —musitó esto último, sin embargo Felix logró captarlo.
—¿Averiguar qué? —inquirió curioso.
—Nada.
—No entiendo. —soltó un resoplido.
—Sólo ten en cuenta que yo sí te quiero y de una forma muy especial. —acarició la mano del chico, la cual estaba sobre la mesa.
—Cómo sea. —él apartó su mano y tomó su bebida para darle un sorbo.
“Cómo sea”... Bien, realmente le dolía su actitud, pero después de todo ella se lo ganó por haberle mentido a la persona menos indicada. Era obvio que Sujin lo soltaría en cualquier momento; jamás imaginó que esa chica arruinaría las cosas con Felix, pero tampoco se arriesgaría a decirle que Sujin también tenía sentimientos por él sólo para tratar de enmendar la situación, presentía que de alguna forma eso sólo lo empeoraría.
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Memories ; Lee Felix
Fanfiction"Después de ese accidente todo cambió: Olvidaste quien eras. Olvidaste como estabas ahí Y sobre todo te olvidaste de mí. Pero descuida, yo guardo nuestros recuerdos y los compartiré contigo." ↱100% Mía. ↱Prohibida su copia o adaptación. ↱Hetero (hi...