Memories ; Lee Felix

42.

Su cuerpo reaccionó cuando se percató de la situación y empujó a Jisung antes de que sus labios tocaran.

—¡No puedo! —cerró los ojos con fuerza— No puedo hacerle esto a Felix, no.

—Lo siento, esa no era mi intención, ¡lo juro! No te vayas a enojar. —Jisung le miró entre preocupado y alarmado.

—Eres un raro.

—¿Yo por qué?

—Primero me ignoras, vienes a pedir disculpas, me dices que te gusto pero que no quieres estar conmigo y luego intentas besarme.

—Me dejé llevar por el momento —rodó los ojos—. Si quieres que te bese de verdad, sólo dilo y ya.

—Tonto. —dio una suave manotada en su hombro.

—Sólo dime si aceptas mis disculpas y dime si te sientes cómoda cerca de mí, no quiero que esto arruine la dinámica de nuestra amistad porque no me gustaría que las cosas cambien.

—Claro que acepto tus disculpas —sonrió amplia—. Y bueno, tengo algo que hacer, ¿quieres pasar o ya te vas?

Elige la segunda opción, elige la segunda opción...

—... Ya me voy.

Yes!

No se sentía muy incómoda por lo recién ocurrido pero si necesitaba tiempo y espacio para procesar las cosas.

—Bien, adiós. —agitó su mano algo dudosa y se dio la vuelta para entrar rápidamente a su casa.

Días después...

Por una parte se sentía muy feliz el volver a hablar con Jisung, pero claro que las circunstancias jamás jugaban a su favor y siempre que algo mejoraba otra cosa empeoraba.

Sí, sus problemas con Han se resolvieron después de ese día y volvieron a juntarse cómo antes para demostrar que su amistad podía seguir sin ningún inconveniente, pero las cosas con Felix se complicaron cuando ella misma decidió contarle lo sucedido. Tenía ese pequeño cargo de conciencia y pensó que lo mejor sería contárselo allí mismo a que él se enterara más tarde y por medio de otra persona.

[Flashback]

—¿Te pasa algo? Te noto rara.

—Felix, ¿puedo contarte algo?

—Por supuesto, estoy aquí para escucharte.

Antes de hablar se tomó su tiempo para ordenar sus pensamientos y encontrar las palabras adecuadas para decírselo. Honestamente no tenía planeado mencionar el tema pero algo en su interior le incomodaba y sentía la necesidad de decirle todo a Felix.

—Jisung me dijo que le gusto. —mencionó sin mirarlo. Mantenía sus codos apoyados sobre la mesa y sus manos sobre su frente, escondiendo su cara.

Felix se congeló por unos segundos e incluso se sintió nervioso.

—¿Ah sí? —se tomó una larga pausa y un incómodo silencio se apoderó del lugar— ¿Y cómo te sientes al respecto?

—No lo sé. Todo esto es tan confuso y estresante.

—¿Te sientes confundida? —entonó sorprendido. Estaba malinterpretando sus palabras y comenzó a imaginarse lo peor.

¿Te sientes confundida porque no sabes si elegir entre él o yo?

—Casi pasa... —murmulló, sintiéndose culpable y muy presionada— Casi nos besamos.

Felix apretó los labios, una rara sensación llenó su interior y comenzó a cuestionar la verdad, tomando en cuenta la posibilidad de que quizás sí se besaron y ella sólo lo ocultaba para no formar otro problema. La chica alzó el rostro al no recibir respuesta y pudo notar una chispa de decepción en el semblante del australiano.

—Este... te hablo luego, ahora tengo muchas cosas que hacer. —rascó su cuello y evitó mirarla.

—Felix, no... —musitó con tristeza y antes de poder seguir él cortó la llamada.

[Fin del flashback]

¿Y ahora que se suponía que debía hacer? Su comunicación con Felix se deterioraba de a poco y en las veces que lo hacían sus conversaciones tenían poco interés, sus "te amo" pasaron a ser unos "te quiero" que ya no cargaban tanto sentimiento cómo antes. Sólo quería lanzarse al suelo y llorar por horas, pero unos toques en la puerta de su habitación interrumpieron su crisis interna y su mamá apareció detrás de esta.

—Ma, volviste temprano. —se puso de pie y corrió a abrazarla.

—Uy, sé que me extrañaste pero no pensé que tanto —rió acariciando su cabello y la muchacha la estrujó con más efusividad— ¿Qué es, mi niña? Sabes que me puedes contar lo que sea. 

—¿Tan obvia soy?

—Hace días que te noto muy triste, pero quería esperar a que tú misma me lo dijeras. Ahora dime qué pasa.

—Mamá, Han me confesó que le gusto y aunque las cosas entre él y yo siguen igual, Felix cree lo contrario. Se lo conté porque no quiero secretos entre nosotros pero desde que lo hice ha estado muy distante conmigo y me siento muy mal.

—Ay hija, ¿tanto te gusta ese niño? —negó con una sonrisa y la menor asintió— Su reacción es comprensible; el muchacho está lejos de ti y saber que le gustas a uno de sus mejores amigos puede ser preocupante para él porque no te quiere perder.

—Pero entre Jisung y yo no hay nada, llegamos a un acuerdo que no cambiaríamos nuestra amistad por algo así.

—Por muy grande que sea el lazo entre Han, Felix y tú, siempre existirá esa pequeña desconfianza porque hay personas que creen que en el amor no hay reglas ni fronteras, y es muy probable que Felix piense que esa es la mentalidad de Han ahora mismo. ¿Por qué no tratas de explicarle las cosas cómo son? Dale tiempo si él lo necesita, o incluso si tú lo necesitas, y ya luego ambos deciden algo.

—Pero tengo miedo que se arruine todo.

—Si tiene que ser así entonces déjalo ser, no puedes forzar algo que no tiene futuro. Date un respiro porque desde que Felix tuvo ese accidente no has dejado de pasarla mal.

La muchacha suspiró y bajó la mirada sintiéndose abatida, no se imaginaba seguir sin Felix pero su mamá tenía toda la razón al decir que sus malas rachas ocurrían cada vez que intentaba seguir su relación con el australiano.

—Esto es tan difícil... —su voz flaqueó. Lo amaba tanto, demasiado que hasta era lamentable.

—Si quieres puedes entrar a la universidad para darte la oportunidad de conocer nuevas personas y seguir adelante. Te apoyaré en la decisión que tomes.

—Eso es lo único que suena bien por ahora. —le mostró una pequeña sonrisa con los poco ánimos que le quedaban. Estaba exhausta, creyó que al hacer las pases con Han por fin sería feliz pero otra vez sufría por Felix.

Su mamá estaba en lo correcto y quizás ya era hora de dejar ir todo, incluyéndolo a él. Ahora sólo quebaba prepararse mentalmente para afrontarlo por muy difícil y doloroso que fuera, después de todo lo más conveniente era acabar y superar esa etapa de su vida para avanzar sin más tristezas ni dificultades.