Pov Omnisciente
Lo... odiaba.
¡Maldita sea! Incluso se atrevía a decir que lo odiaba con toda su alma.
Que... que... lo detestaba.
Si tan solo el mismo se creyera todo aquello...
Porque, no, no lo odiaba.
Dios, incluso era todo lo contrario.
Lo amaba como no había amado a nadie más en toda su jodida y joven vida.
Él, por un tiempo, incluso creyó que nadie le amaría por su carácter.
Aquel carácter del demonio que tenía era tan... insoportable; que él estaba 100% seguro de que nadie le amaría.
Pero, no, se había equivocado.
La vida y el destino le había dado tremenda cachetada cuando se dio cuenta que, si podía ser amado. Incluso le falto cara para recibir aquel golpe.
Bien dicen que todos tenemos a ese alguien especial.
Esa personita que fue hecha especialmente para nosotros.
Aquella con la que compartiremos el resto de nuestras vidas.
La que te complementa.
Y él, Katsuki Bakugou, podía decir que ya la había encontrado.
Por dios, incluso sus quirks quedaban tan bien juntos.
Se complementaban el uno al otro.
Entre ambos abundaba la confianza y el respeto.
Vaya, si confianza no es dejarse ser guiado por alguien que ni siquiera sabe dónde está, cuando tú tienes menos paciencia que papel en baño público, no sabría decir que es.
Y respecto al respeto, que sí, que Katsuki algunas veces llegaba a decirle cosa y media al pelirrojo, pero como quien dice, lo hacía con cariño.
Pues, en una verdadera amistad que no hay insultos, no es verdadera.
Amistad...
Dios, ya ni siquiera se podía decir que tenían aquello.
Pues, felizmente, ambos podían decir que ya eran algo más que aquello.
Desde hace unos meses aquel par de jóvenes había comenzado a salir en forma romántica.
Y, ¡santos cielos! Había sido una de las mejores experiencias en sus vidas.
Ambos recordaban varias de sus primeras citas.
Aquellas en las ambos se tomaban de la mano y, como apenas habían comenzado a salir, ambos se ponían nerviosos y comenzaban a sudar.
Por el lado del menor, aquello había sido penoso.
Eso no era muy varonil que digamos de su parte, pero, después de una pequeña platica con el rubio, ambos habían quedado de acuerdo en que aquello estaba bien.
Puesto que, en esa misma platica, el rubio había confesado temer que por su torpe quirk, los nervios y el sudor, terminara explotando por accidente la mano del pelirrojo.
Aunque, gracias a los cielos, eso jamás sucedió, pues, cuando el rubio activaba accidentalmente su quirk, el pelirrojo activaba también el suyo, por lo que no les pasaba nada.
Se complementaban...
Vaya que lo hacían.
Quizás mejor que nadie más.
Quizás mejor de los que ambos quisieran.
Quizás mejor de lo que al rubio le gustaría.
Porque, lo odiaba.
Vaya que en aquel momento lo hacía.
Eijiro era un maldito necio.
Y ... y... él era un completo débil.
¿Saben que es lo malo del amor? ¿Lo malo de enamorarse? ¿Lo malo de tener a ese alguien especial siendo héroe?
Que esa persona que tanto amas con el corazón, se vuelve tu debilidad.
Algunos ven eso como algo muy romántico. Algo muy dulce. O incluso como lo normal.
Y si, por dios, no lo niego; pero también tiene su lado malo.
Pues, como ya dije, es tu debilidad. Es la persona que uno más ama. Es por quien darías tu vida.
Y eso mismo había hecho el pelirrojo.
Había dado su vida por su pareja, Katsuki Bakugou.
Eijiro Kirishima, a sus 16 años, ya había perdido la vida.
A sus 16 años ya había salvado a la persona que más amaba.
A sus 16 años había demostrado su amor, quizás, de la mejor y peor forma.
Y, por otro lado, Katsuki Bakugou, había perdido a su más grande amor a los 16 años.
Había perdido a quien más amaba.
Y una parte de él había muerto allí mismo.
Lo odiaba.
Claro que en aquel momento lo hacía.
Si tan solo el pelirrojo no hubiera sido tan terco y hubiera dejado de usar su quirk cuando comenzó a dañarse a sí mismo, quizás, seguiría con vida.
Sí, quizás el rubio igual se habría dañado o... algo peor, pero, ¡santo cielos! Eso era mucho mejor que el perder a su pareja.
Quizás ambos hubieran muerto, pero, para el rubio, aquello era mejor a vivir donde no está su más grande amor.
Y quizás, su único amor.
Si... si tan solo él no hubiese sido tan débil como dice que fue; quizás, solo quizás, el pelirrojo seguiría allí.
Pero, solo son 'quizás'. Solo son palabras.
Y los sucesos ya permanecen en el pasado.
Y ahora, tendría que vivir en un mundo donde la persona a la que más amo, ya no estaba.
Porque por nada en el mundo se quitaría la vida por la que el pelirrojo había luchado, y por la cual se había sacrificado.
Y, no, no lo malentiendan.
Claro que lo había pensado.
Claro que lo deseaba.
Y quizás incluso lo había intentado.
Pero, no, allí seguía.
Viviendo la vida que el amor le había dado.
Vida en la que vengaría a su pareja.
Vida en la que mataría a aquel villano que le había arruinado todo.
Vida en la que, por un segundo, odio al pelirrojo.
Vaya que él quisiera eso.
Odiarlo.
Quizás así no dolería tanto.
Quizás así, el pelirrojo jamás hubiese muerto por su culpa.
Quizás así él no sufriría y lloraría tanto.
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Kiribaku Month 2021
FanfictionDicen que posibilidades hay muchas. Que vidas hay muchas. Y que personas hay muchas. ¿Posibilidades? Claro que sí. ¿Vidas? Quizás. Puede que sí o puede que solo tengamos esta vida y después nada. ¿Personas? Depende. Pero si es para hacerte compañía...