Día 19- Salvador | Bakushima

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Pov Omnisciente

Terminar una relación era difícil.

Dios mío, era jodidamente difícil.

Pero... lo había hecho porque era lo mejor para ambos.

Desde hace un tiempo el pelirrojo había estado saliendo con una chica, quizás salieron por casi un año, pero, después de unos meses, decidió que, lo mejor, era terminar con ella.

Las cosas entre ellos se habían complicado.

Después de que la chica se comportara de manera poco sana, él decidió que ya era suficiente.

Al inicio se había hecho el ciego ante las banderas rojas que le indicaban los puntos malos o actos malos de la chica, porque, después de todo, nadie es perfecto, ¿cierto?

Además, se debe de querer a las personas con todo y defectos, ¿no? Eso le habían enseñado.

Sin embargo, después de meses de aprendizaje, junto al comienzo del amor propio, se dio cuenta de que aquello ya no era sano.

Que su relación con aquella chica ya no era sana.

Que ya no podía seguir ignorando aquella tonelada de banderas rojas que la chica tenia.

Al inicio tuvo miedo. Eso jamás lo negaría. Había sido tan difícil el siquiera darse cuenta de las banderas rojas, que el tomar la decisión de cuando terminar con la chica fue peor.

No quería hacerla sentir mal, después de todo, y pese a todo, habían pasado increíbles momentos juntos; sin embargo, no se quería retractar solo por eso.

El sufrimiento ahí estaba y seguiría estando. Así como los buenos momentos, pero a veces solo parecía que aquellos buenos momentos eran menores que los malos.

Que los buenos eran efímeros, casi inexistentes, y que los malos eran tan grandes como el miedo que comenzaba a tener hacia la chica.

Cuando termino con ella, había sentido su corazón latir como loco, había sentido miedos e inseguridades nuevas. Emociones y sensaciones tan fuertes y nuevas que dolía.

Pero lo había hecho. Al final se había liberado de aquella relación.

Varias veces pensó en que, quizás, había sido mejor dejar las cosas así.

Jamás terminar.

Soportar un poco más.

Sobre todo, después de que la chica le amenazara.

Claro, no había sido una gran amenaza de "Te matare", pero si había sido una de "Espera lo peor, pero no de mi parte".

¿Qué mierda significaba eso? ¿Debía temerle o no debía hacerlo?

Tenía miedo. Durante noches tuvo pesadillas. Algunas veces ni siquiera llego a dormir.

No comía por días e incluso le daba miedo estar en su propia casa.

Sin embargo, cuando comenzó a preocupar a sus amigos, fue que, poco a poco, pudo salir de aquel gran agujero en el que estaba.

Sobre todo, con la ayuda de cierto rubio, quien, más que nadie, había sido quien más le había ayudado.

Estuvo allí para escucharlo. Para consolarlo y darle un poco de confianza.

Darle aquello que tanto le faltaba.

"No eres egoísta" le había dicho después de que el menor le dijese que, aquella chica con la que había salido, le dijese aquello.

Que estaba siendo un maldito egoísta al quererla dejar solo por 'salud mental'.

¿En verdad lo era? ¿Era egoísta por querer lo mejor para sí mismo?

Esa duda se había quedado estancada en su cabeza, y durante horas se paseaba por su ahí, atacándolo a él.

Haciendo que, junto a la amenaza, se sintiera un asco.

Las personas egoístas eran malas.

Y si él lo era, si la chica tenía razón y él era egoísta, él era malo, ¿no? Era un asco de persona.

Se sentía horrible y no quería sentirse así.

Antes, cada que imaginaba su corazón lo imaginaba de una tonalidad un tanto rosa, sin embargo, aquellos días lo veía negro y con cadenas.

Pero eso cambio cuando el rubio le hizo saber y ver que en realidad él no era egoísta.

Que él era una de las mejores personas que había conocido.

Que él solo había salido de aquella relación por amor propio. Lo cual no tenía nada de malo.

Después de, quizás meses, el pelirrojo se recuperó en totalidad y volvió a brillar como brillaba antes.

Quizás, incluso más.

El rubio le había sacado del infierno en el que quedo después de aquello.

El rubio le había salvado de sí mismo. De su mente. De sus pesadillas. De todo.

Y le estaba agradecido, después de todo, el rubio se había convertido en su héroe.

Se había convertido en su salvador.

Kiribaku Month 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora