Kiribaku Month 2021

Día 13- Solo | Kiribaku

Pov Bakugou

Otro nuevo mes estaba por acabar.

Este era el día más esperado, pero a la vez, el menos deseado por Eijiro y por mí.

Mientras unos cuantos rayos del sol se colaban por entre las cortinas, Eijiro seguía durmiendo con su pesada respiración.

Y, antes de siquiera despertarlo, le mire un poco.

Él odiaba estos días, pero no había nada que pudiésemos hacer.

Así que, sin esperar más, le moví para que ya despertara.

- Oye- le hable- despierta- agregue, y el abrió un ojo-. Buen día, cachorrito- le salude, pero él, aun medio adormilado, solo se giró sobre sí mismo buscando la entrada al mundo de los sueños una vez más, ignorándome.

- No me llames así- protesto ante su apodo.

- Despierta- le ordene dirigiéndome a la ventana-, hare tu desayuno favorito- le comenté mientras abría las cortinas y dejaba que la luz del sol inundara la habitación.

- Gracias- balbuceo Eijiro estirándose aun sobre la cama.

- Hoy será un gran día- comente bajando a la cocina y siendo seguido por Eijiro.

- Si, si- balbuceo él.

- Vamos, lávate esas manos- le ordene.

Esta noche habría luna llena.

Más tarde.

El sol ya se ocultaba, y mientras me encontraba lavando los trastes de lo comida, vi como Eijiro se recargo junto al refrigerador y, a la vez, se sentó sobre el suelo.

Así que le voltee a ver y le pregunte-

- ¿Ahora? - en cuanto se lo pregunte, él me regreso la mirada.

La parte blanca de sus ojos había pasado a ser amarilla, por lo que le extendí la mano y él la tomo.

Le ayude a levantarse y luego juntos nos dirigimos a las escaleras para, así, poder ir a la habitación.

- ¿Quieres que te cargue, cachorrito? - le pregunte mirándole de reojo, pues venia subiendo las escaleras detrás de mí.

- Basta- se quejó con una pizca de diversión.

Ya arriba, un poco más tarde, él se encontraba ya sujeto al sistema de calefacción con unas cuantas cadenas.

- Ya está- dije al haber acomodado la última cadena.

- ¿Enserio? ¿Terminaste? - cuestiono él.

Tenía las piernas cruzadas y los brazos a la espalda.

- Rompiste mi lámpara, ¿recuerdas? - en cuanto lo dije, él me miro-, el próximo mes podría ser yo- le dije ajustando más las cadenas.

- No haría eso- dijo él quejándose un poco por el apretón de las cadenas.

- ¿Quieres una almohada o algo? - le pregunte viéndole- Podría ponerla debajo de ti- agregue.

- No, estoy bien- dijo, y después soltó un quejido.

Esto, para que después sus ojos pasaran a ser amarillos nuevamente.

Así que solo le di un beso en la frente mientras me levanta, al darle el beso, el cerro sus ojos, y al abrirlos, estos volvieron a ser blancos.

- Bueno- dije comenzando a caminar mientras le daba la espalda-, aúlla si me necesitas- agregué despidiéndome con la mano de él.