54 capítulos "Funeral"

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- Amor, si no puedo estar contigo, no vale la pena vivir, no puedo vivir sabiendo que ya tu no estás, la agonía que siento, el nudo en mi garganta, el dolor, no puedo, ¡solo quiero estar contigo!, Te amo..- dije antes de dejarme caer al río.

Espere a caer, pero no sucedió, alguien me tomo de la cintura y me lanzó hacia la carretera.

- ¡Perdone!, ¿señorita esta bien?- preguntaba un chico de mi edad.

- si si..- dije.

- ven, la llevare hacía un lugar seguro, la lluvia será más fuerte y puede ser más peligroso- dijo, no podía confiar en un extraño, ¿pero que más da?, ya no me importaba lo que pasara conmigo.

- mi auto.. - dije.

- sigame en su auto- dijo y se monto en su auto.

Me monte en el mio y lo seguí, en el transcurso de algunos minutos llegamos a un hotel, estacione el auto y me baje.

- el hotel es de mi abuelo, no es gran cosa, pero es algo- dijo con una sonrisa.

- gracias- dije.

- no hay de que- dijo.

Caminamos hacia el hotel y fuimos hacia la parte de atrás, donde solo había árboles.

- ¿que hacemos aquí?- pregunte.

- sigueme- dijo, caminamos por un  sendero, llegamos a una cabaña, el abrió la puerta y entramos, el olor a galletas inundó mis fosas nasales.

- ¡Nieto!, llegaste, ¿quien es ella..- pregunto un señor mayor, gordito, con una barba canosa y su cabello igual, por alguna razón me recordaba a santa clous.

- es una amiga- dijo.

- pues cualquier amiga de mi nieto es amiga mia- dijo dándome un gran abrazo.

- ¡Ya están listas las galletas!- dijo una señora, también mayor.

- ve, amor, tenemos una nueva amiga- dijo.

- ¡Oh que bueno!, hace tiempo no recibíamos vistas, ¿como te llamas querida?- pregunto.

- me llamo Nora- dije.

- que lindo nombre, el mio es Elizabeth, el viejo gruñón a tu lado es Francisco y mi nieto Peter- dijo.

- mucho gusto- dije.

- ¿tienes hambre?- pregunto.

- no, no.. - dije.

- nada de no, vas a comer hasta que ya no puedas- dijo, llendo a servir los platos en la mesa.

- debería irme..- dije.

- no puedes irte, la lluvia esta muy fuerte, espera hasta mañana- dijo el señor Francisco.

- esta bien- dije..

- ¡Vengan a comer!- dijo la señora Elizabeth.

El señor Francisco se sentó en el medio de la mesa, la señora Elizabeth a su lado y Peter del otro lado, yo me senté al lado de Peter.

- ¿que hacías a estas horas de la noche sola?- pregunto El señor Francisco.

- tuve algunos problemas y quería estar sola- dije.

- no la vallas a explotar con preguntas Francisco- dijo la señora Elizabeth.

- esta bien- bufo.

- puedes quedarte el tiempo que quieras querida- dijo.

- gracias- dije.

Comimos mientras la agradable familia contaba chiste y anécdotas,  me dieron una habitación para poder dormir y para mi impresión me dormi más rápido de lo común.

(Tom Holland) Del odio al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora