Anatomía de Grey

Temporada 1

Capítulo 1

Una noche de un duro día

<<Desde pequeños nos preguntan qué queremos ser de mayores, y claro está, siempre están las respuestas más esperadas; profesor, doctora, modelo, actor, ... Después estaba yo, que grité en mitad de clase que sería una actriz porno porque se ganaba mucho dinero. No es sorprendente que avisaran a mis padres por ello.                                                                                                                             A lo que iba, es que al pasar los años siempre está esa pregunta, y en la mayoría de los casos, cambiamos la respuesta. Creo que después de todo hice bien en cambiar mi respuesta>>.

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El ruido que hacía el viejo despertador me estaba taladrando la cabeza. La borrachera de anoche fue horrible, pero tenía que levantarme si no quería llegar tarde a mi primer día de trabajo. Al levantarme de la cama noté que el chico con el que me acosté se había ido, dejando su número en una nota encima de la almohada.

Bajé las escaleras ya vestida a toda prisa al ser tarde por ducharme, pillando al ligue de Meredith desnudo en el salón.

-Siento la interrupción. Mer tenemos que irnos –dije como si nada.

-Voy arriba a darme una ducha, ¿vale? –Mer siguió hablando con él como si yo no estuviera, acostumbrada a mi forma de ser. –Cuando baje espero que no estés aquí, así que, ... Adiós, ...

-Derek –dijo estrechando su mano.

-Derek. Claro, Meredith.

-Meredith, encantado.

-Adiós –se despidió ella subiendo las escaleras, mientras yo seguía allí, apoyada en la pared, entretenida con la situación tan rara.

-Me llamo Keyra, por cierto, aunque no te interese mucho –me presenté.

-Sí, lo siento. Esto es un poco incómodo.

-Tranquilo, yo me lo estoy pasando genial.

-Ya. Será mejor, que me marche. Adiós.

-Adiós Derek –me despedí riendo antes de que desapareciera por la puerta.

Entramos con cuidado de no hacer ruido en la sala donde ya había empezado la presentación con el jefe, acercándonos al grupo que serían nuestros compañeros y rivales durante los próximos años.

-Ahora, vosotros sois los médicos. Los siete años como residentes serán los mejores y los peores de vuestra vida. Sobrepasaréis vuestros límites. Mirad alrededor, saludad a la competencia. Ocho de vosotros sucumbiréis a la presión, a dos os despedirán. Aquí vais a empezar a ser cirujanos, este será vuestro escenario. La función depende, de vosotros.

Después del discurso del doctor Webber, estábamos esperando en los vestuarios a que nos asignaran a nuestro residente cuando Meredith habló.

-Sólo somos ocho mujeres de veinte.

-Sí y una es modelo –habló la asiática morena. –Eso no ayudará a que nos respeten –terminó mirándome a mí.

-A mí no me mires, mi estatura no es la adecuada para serlo. Lo tengo comprobado.

- ¿Eres Cristina no? –le preguntó Mer.

- ¿Qué residente tenéis? Yo a Bailey.

-También estamos con la nazi.