Si mañana nunca llega
Llegaba tarde otra vez y para mi mala suerte parecía que el ascensor iba cada vez más lento.
Me acerqué corriendo a los vestuarios empezando a desabrochar los botones de la camisa cuando al abrir me encontré a Mer y a Cristina.
-Vaya, parece que estamos coordinadas –sonreí mientras me quitaba la ropa de camino a mi taquilla.
-Llegas tarde –murmuró Cristina.
-Vosotras también.
-No puedo permitirme cabrear más a Bailey. ¿Creéis que lo habrá contado?
- ¿Lo del coche? –le preguntó Cristina.
-Sí.
-Mer, os pilló a ti y a Shepherd durante la fiesta de Izzie y todavía no te habla. Creo que espera a que los demás lo descubran para disfrutar cuando se te echen encima.
-Si lo averiguaran, podrían, ... podrían echarme o...
-No... Oficialmente no –continuó Cristina. –Te pondrían en una lista negra, te prohibirían operar. Se lo dirían al gran jefe. Sería humillante, pero vivirías.
-Se acabó. Esto tiene que acabarse. ¿No os parece?
-Meredith, cállate –pasó primero Cristina.
- ¿Qué?
-Vamos Mer.
- ¿Acabas de decirme en serio que me calle? –parecía que Meredith no iba a dejar pasar el tema.
-Por favor. Tienes a un médico al que le encanta que abras la boca y digas: ¡ah! –asentí dándole la razón mientras me recogía el pelo. –Es el sueño americano. Deja de llorar.
-No puede traer nada bueno acostarse con el jefe.
-Cristina, Keyra, llegáis tarde –apareció Bailey por delante nuestra con los demás internos siguiéndola.
-Meredith también –acusamos a la vez la asiática y yo.
No hubo contestación. Me acerqué más a Mer para susurrarle sin que los demás se percataran:
- ¿Lo ves? Te hace el vacío.
Seguimos a Bailey por los pasillos hasta la puerta de una habitación.
-Cuando crucéis esta puerta, tendréis que guardar decoro. No os reiréis, ni vomitaréis. ¿Entendido?
- ¿Reírnos ha dicho? –preguntó Izzie mirándonos.
-Espera y verás.
Alex fue el primero en entrar, seguido por Izzie, que se quedó congelada ante la paciente.
-Buenos días, Srta. Connors –le saludó Bailey.
-Buenos días.
- ¿Qué es eso? –nos susurró George.
-Un tumor.
Empujé un poco a Cristina porque se había oído bastante bien su respuesta.
Alex se volvió a adelantar, mostrando una sonrisa a la paciente.
-Buenos días, Annie. ¿Cómo estás? Estos son mis compañeros internos.
-A nuestros pacientes nos dirigimos de usted –le recordó Bailey, pero la paciente le interrumpió.
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Anatomía de Grey
FanfictionKeyra O'Connor empieza su nueva vida en el hospital junto a su amiga. Quiere ser una buena estudiante y una mejor doctora pero habrá situaciones en las que deberá tomar decisiones difíciles para su carrera y su vida privada.