Anatomía de Grey

Capítulo 3

Voy hacia ti a toda máquina

Estábamos en el bar de Joe esperando a que Shepherd apareciera, después de que Meredith le pidiera que la escogiera. Ya había pasado bastante tiempo, pero Mer seguía girando hacia la entrada cada vez que la puerta se abría. Mer volvió a girarse para mirar a Joe.

-Creo que le dije: "Escógeme". Eso le dije. Escógeme.

-Qué romántico.

-No es romántico Joe, es horrible, de película de terror. Carrie en el baile empapada de sangre.

-Sí, vale. Es horrible. Pero Carrie se cargó a toda su clase para vengarse. Me gustan las chicas así.

-A mí también –le alcé mi copa. Mer me miró entrecerrando los ojos.

- ¿No deberías sentarte con los demás?

-Lo haré cuando Shepherd entre por esa puerta.

Los buscas empezaron a volverse locos. Alguien le pidió a Joe que pusiera la tele, mostrando un accidente de tren.

-Hemos trabajado 30 horas –se quejó Izzie.

-No llevo muda limpia.

-Si quieres te presto mis bragas George. Busca en mi taquilla –me burlé recogiendo mi chaqueta.

⭕⭕⭕

Nos estábamos poniendo las batas amarillas para entrar en urgencias cuando Bailey entró con un vestido, tacones y maquillada.

- ¿Qué miráis?

-Nada, nada.

-Toma –le pasó su bolso a Karev. –Voy a quitarme los tacones. Moveos chicos.

-Hola. Creo que estoy un poco borracha. No tenía guardia.

-Yo tampoco. ¿Alguien más ha bebido?

-No –respondimos todos.

-De acuerdo Grey. Vete. Luego hablamos. El resto quedaos conmigo, esperad órdenes. Sé que os encanta ver sangre y entrañas, pero la noche será larga y ya estáis cansados. No quiero errores.

Entramos a urgencias viendo todo el trabajo que tendríamos por delante. Mer se quedó apartada mientras los demás empezaban a pelearse por los pacientes.

Mi boca no pudo evitar abrirse al ver a dos personas atravesadas por una barra de hierro.

La doctora Bailey y el doctor Burke estaban hablando con la conductora de ambulancia que los trajo. Era impresionante que los dos sigan con vida y conscientes.

-O'Connor, la paciente de la doctora Shepherd sufrió quemaduras, la doctora Ryder ha pedido que las examines –me ordenó Bailey.

-Pero... Izzie está con la doctora Shepherd, es su paciente. No me necesita.

-O'Connor.

Me quedé señalando a los pacientes a mi lado, mirando con súplica a Bailey. –No puede... Esto no se ve todos los días. Están vivos y conscientes. Por favor.

-Ahora.

-Ahora mismo le odio.