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                                                                                        De un susurro





Estaba durmiendo tan tranquila y relajada cuando las sábanas empezaron a moverse y alguien se sentó. Abrí los ojos para ver a Cristina, observando la nada, sosteniendo un café.

-Espero que ese café sea para mí -murmuré tapándome más.

-He salido a correr.

-Tú no corres. Ninguna o hacemos.

-A veces sí.

-Y has venido a despertarme para decirme que has salido a correr.. ¿Qué te pasa?

-Nada.

-Cristina. Sigo medio dormida, estoy desnuda y en una hora tenemos que irnos al hospital. No tengo esa especie de comunicación secreta que siempre tienes con Meredith. Así que tienes que hablar para entender qué te pasa.

-Meredith está con Derek en su habitación.

-Me ofende que yo sea tu segunda opción, pero vale -me incorporé tapándome con la sábana. -Cuéntame.

-¿Te gusta Sloan?

-Para tirármelo sí.

-Me refiero a tener algo más con él.

-Yo no... No, no tengo relaciones serias. ¿Qué tiene que ver contigo?

-Tú haz el esfuerzo e imagina que sois pareja por un momento. Como Derek y Meredith, ¿vale?

-Vale.

-Imagina que los dos sois geniales juntos, sois un equipo. Pero ocurre un accidente y Sloan tiene la culpa por callarse, pero tú también lo sabes y le has ayudado. ¿Le delatarías? ¿O seguirías guardando el secreto?

-Vale. Emmm... ¿Cómo de malo es el secreto?

-Bastante.

-Y tú... Quiero decir, ¿yo me siento culpable por no contarlo?

-Sí. Pero también quieres a Sloan. ¿Qué harías?

-Bueno, si fuera yo, creo que en algún momento acabaría estallando y terminaría por contarlo aunque Sloan se cabreara conmigo.

Cristina me miró pensativa durante un rato para volver a mirar a la nada. -Vale.

-Pero... Cristina. ¿Esto tiene algo que ver con el padre de George y cómo te ha estado tratando Bailey? Desde que volvió de ese camping, George ha estado muy raro.

-Tengo que irme -la detuve del brazo antes de que saliera de la cama.

-Cuéntamelo. Estás casi paranoica. ¿Se trata de Burke? ¿Por eso le ayudas siempre en el quirófano?

-No puede operar sin mí.

-¿Qué? -y entonces caí... -Su mano. ¿Por eso te deja ayudarle en quirófano?

-Le tiembla la mano. No recuerdo quién empezó con el secretismo, pero le he ayudado. Todo este tiempo me he jugado el cuello por él, pero no puedo más. Va a operar al padre de George y él sospecha que le pasa algo.

-Por eso no te deja en paz.

-Y Bailey me vio borrar su nombre del tablón.

-Oh, Cristina. Tienes que contárselo al jefe. No puedes seguir ocultando esto.

Anatomía de GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora