No Serpientes, No Veneno

08

ALEK JULIÁN

La noticia del atentado en la residencia Sokolov nos llega dos días después cuando Arena llama durante el almuerzo.

Esto hace que nuestros planes den un giro de ciento ochenta grados.

Aphrodite puede mantener la calma después de que Arena nos asegura que su madre y su primo ahora están bien, aunque el clan ha perdido a muchas personas, especialmente a niños. No puedo evitar recordar cuando el clan Sokolov irrumpió en nuestra casa, sediento de sangre y venganza, desgarrando y cortando gargantas en su camino.

Tenían todo el derecho a atacarnos.

Acababan de perder a Ariadne.

Dimitri lloró por ella justo en el lugar donde habían dejado su cuerpo. Sus dedos se hundieron profundamente en la tierra mientras se permitía llorar por quien había sido la única persona a la que realmente amó una vez.

Sé que ama a Roxanne.

Pero sólo puedes amar de la forma en que amó a Ariadne una vez en la vida.

No creo que alguna vez haya sentido o experimentado algo como ese tipo de amor. Quizás no todos podamos experimentarlo, quizás no todos tengamos la oportunidad de encontrar a alguien a quien nuestro corazón no pueda evitar amar hasta su último latido.

Me molesta pensar que aunque no lo he sentido, lo he visto antes. Tan clara y estrechamente. He observado lo que le hace a otros a su alrededor que como yo, son meros observadores de esa sensación abrumadora que une los corazones de dos personas para siempre y los moldea para volverlos en uno. Les permite compartir el mismo ritmo, la misma sensación, la misma ilimitada fuente de cariño.

Kaia Thalía y Uriah se aman así.

Aunque me duele admitirlo, él la observa de la misma manera que un pintor mira su obra más valiosa. La aprecia como si fuera una galaxia no descubierta por el hombre. Como si ella fuera el sol y él la luna esperando tocarla durante un eclipse eterno. Ella es capaz de hacerlo brillar más, de hacer que su corazón muerto vuelva a latir. Él la hace sonreír, sentirse capaz de alcanzar el cielo.

¿Hay algo en mí para que ella no haya podido amarme tan desesperada e incondicionalmente?

—Solo amas así una vez, Alek Julián.

Me muevo para mirar al señor Lewandowski, que tiene una pequeña sonrisa en los labios mientras pone las manos detrás de la espalda. Sus ojos vuelan hacia la imagen de su hija y Dimitri en la pared, y las comisuras de sus labios aumentan hasta el punto en que se encuentran con sus ojos.

—Siempre solía pensar que todo el argumento de las almas gemelas no era real —agrega en un suspiro —. Pero luego lo vi suceder justo en frente de mis ojos.

—Ellos se amaban bastante —le doy la razón.

—Lo hicieron. Mucho. Sé que tiene una nueva esposa y me alegro de que haya encontrado a alguien que pueda amarlo de la misma manera que lo amaba mi hija —agrega —. Pero sigo pensando que solo puedes amar con esa intensidad una vez en la vida.

—Pienso igual que usted, señor Levi.

Me observa por el rabillo del ojo —. Entonces debes saber que esa muchacha no te ama, hijo.

El aire se vuelve pesado y denso.

—De hecho, ella te ama. Creo que te ama mucho y estará muy feliz de que estés vivo y sano. Pero... —Otro suspiro escapa de sus labios —. Si es cierto todo lo que me has dicho, entonces sé con certeza que se aman de la misma manera que mi hija y Dimitri lo hicieron.