Capítulo 8.

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Nos encontramos en la señora de la abundancia, el grupo de aventureros de la familia Hestia, junto a Ryuu y Tiona, habían ido ahí para festejar la victoria sobre la familia Apolo como se debía, a ellos se les unieron la familia Miach y Takemikazuchi.

Todo el ambiente era divertido y lleno de felicidad, el festejo fue como se esperaba, Hestia, Ouka, y Welf estaban compitiendo para ver quien bebía más alcohol, parecía que la primera de ellos era quien tenía más ventaja.

-Hestia-Sama se ve muy feliz... con motivos justos, acaba de obtener la mansión y todo el dinero de la familia Apolo-Comentó Mikoto sin apartar la mirada de aquella pequeña diosa.

-E-Es algo vergonzoso ver a mi diosa de esa manera...-Dijo Bell a Miach y Takemikazuchi.

-No es nada, esa no es la primera vez que se pone de esa manera, no diré más-Respondió Miach, recordando esa ocasión en la que acompañó a Hestia para curar sus penas.

-¿Cómo cabe tanto alcohol en un cuerpo tan pequeño?-Preguntó Naaza hacia los dos dioses y el humano peliblanco.

-Ni idea, pero dejemos eso de lado ¿Qué se siente haberle ganado a un nivel 3? Muy probablemente subas a nivel 3 por esa hazaña-Dijo Takemikazuchi hacia Bell, quien parecía sumergido en sus pensamientos.

-Holaaaaa, tierra a Bell, tierra a Bell-Decía Mikoto, pasando su mano frente a los ojos del chico.

-¿Eh? Perdón ¿Preguntó algo Takemikazuchi-Sama?-Interrogó el muchacho quien había salido de su trance.

-Estás muy distraído desde que finalizó en juego de guerra ¿No lo crees? ¿Hay algo que te preocupe? No actúas como siempre-Comentó Miach, mientras Naaza asentía, dándole la razón a su dios.

-N-No es nada, solo he estado pensando en algunas cosas, p-pero nada serio, dejemos de lado los problemas, estamos celebrando ¿No es así?-Respondió Bell, alzando un pequeño tarro de... ¿Agua?.

Así es, el joven conejo nunca ha bebido alcohol y al parecer no tiene ni la más remota intención de hacerlo.

-¡Hey Argonauta-Kun! ¡Quiero una recompensa por mi esfuerzo!-Dijo la voz de una joven amazona a la distancia, se trataba de Tiona, al parecer había seguido el ritmo de Hestia y compañía.

-¿S-Señorita Tiona? ¿A qué se refiere con recompensa?-Preguntó Bell con algo de nerviosismo.

De un momento a otro, comenzó a sentir algunas miradas que perforaban su nuca, no giró a ver de quiénes se trataban pero su corazón le decía que se trataba de ciertas camareras del lugar y una pequeña hobbit.

"Demonios... ya veo a qué se refería Welf cuando mencionó que le tenía miedo a las chicas que están conmigo" pensó el peliblanco, agachando la mirada con un ligero temblor en todo su cuerpo.

-¡Quiero una cita contigo Argonauta-Kun! Quiero que esa sea mi recompensa jejeje...-Contestó la amazona con un pequeño sonrojo en sus mejillas y una ligera risita, al parecer no faltaba mucho para que cayera dormida.

Una gran aura oscura se extendió en todo el bar, espantando a todos los que estaban ahí.

"!LA MIRADA SE INTENSIFICÓ! ¡¿QUÉ QUIEREN DE MI CHICAS?! ¡NO TENGO LA CULPA DE ESTO!... eso creo" dijo el joven conejo en su mente con mucho miedo.

-Oye Bell *hip* no olvides *hip* lo que decía la *hip*...-Decía Welf con ciertas pausas por su hipo pero Bell no debía ser un genio para saber lo que el pelirrojo estaba apunto de decir.

En un movimiento rápido, se lanzó encima de él y le tapó la boca con su palma.

-Welf, si tú dices eso en un momento como este, será mi fin ¿puedes vivir con el tormento de haber sido el causante de mi muerte?-Dijo Bell en voz baja y entre dientes para que nadie lograra escucharlo.

¿El primer amor es el más importante?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora