El tiempo había transcurrió después de que el día más feliz de la vida de cierta chica de cabellera plateada llegó.
Su amor fue correspondido aún sin tener esperanza de que sucediera, es que le desanimaba que la competencia fuera su mismísima diosa que es ni más ni menos una diosa de la belleza.
"¿Cómo es que yo, una mortal, podría competir contra ella?" Pensó cuando se dio cuenta de sus sentimientos por aquel chico peliblanco que captó la atención de Freya tiempo antes de que ella siquiera experimentara agrado por él.
Helun mentiría si dijera que se enamoró a primera vista de Bell, siempre creyó que aquel afecto hacia el conejo era originado por la fuerte conexión entre sus sentimientos y los de su diosa. Esas dudas y la extrema atención que esta última le prestaba al joven provocaron dentro suyo un odio injustificado hacia el muchacho.
Hizo que su adorada Freya-Sama se rebajara a comportarse como una mortal, una niña enamorada que olvidó el peso de su presencia tanto en su familia como en todo Orario, por no decir el mundo.
El odio acrecentaba con el pasar de los días pero... también el amor por parte de su diosa, causando una terrible confusión en lo más profundo de su ser.
¿Lo odia? ¿Lo ama? ¿No es un insulto desarrollar esa clase de sentimiento por el interés romántico de a quien sirve?.
Intentó ocultar lo mejor posible su corazón dividido, titubeante, no obstante... ese día llegó...
El día en el que por fin dejó el papel de espectadora y se acercó cara a cara a Bell.
Su corazón latía con intensidad, ni un millón de años de preparación la habrían ayudado a adoptar una actitud serena en presencia del muchacho y, si no fuera suficiente, él fue escarbando hasta llegar a su corazón a partir de ese día...
Ese pequeño instante la despejó de dudas... se enamoró de Bell... por fin lo aceptó y para su fortuna el sentir fue mutuo, aunque claro... ¡ESE PÍCARO CONEJO NO SE CONFORMÓ CON UNA SOLA CHICA!. Si no, pregúntenle a Freya y a Tiona.
Dejando todo esto de lado... regresemos al presente...
-No puedo creer que nos hayas ganado...-Dijo cierta amazona con los ojos totalmente abiertos.
-D-Dímelo a mi... nunca, en toda mi existencia, perdí en esto...-Freya, la diosa de la belleza, se hallaba impactada con la mano extendida.
-¡Gané! ¡Gané! ¡Gané!-Helun saltaba de alegría desde su posición.
-No hay nada más justo que un "Piedra, papel o tijeras" la chica ganó-Dijo Zeus rascando su barba. El Dios antes mencionado fue el encargado de fungir como árbitro en la pequeña competencia que tuvieron el trío de mujeres.
-¡Ugh! ¡Ya sé! ¡Ya sé!-La Diosa infló las mejillas a manera de puchero.
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¿El primer amor es el más importante?
Fanfiction¿Qué hubiera pasado si Bell escuchaba una plática que no debía? ¿Qué pasaría si tras ese suceso sus sentimientos se ven afectados? Lee este FanFic y lo sabremos.