Capítulo 11.

8.4K 698 281
                                    

"Ni de broma me perdería la primera cita de Tiona, los seguiré hasta que finalice" pensó la mayor de las hermanas Hiryute.

Poco después.

Se podía ver a una linda amazona con un vestido corto de color amarillo, caminando junto a cierto chico peliblanco quien parecía apunto de explotar por lo rojo de su rostro, era obvio lo que provocaba ello.

-¿Argona...? perdón, Bell ¿A dónde iremos?-Preguntó Tiona, con su tono característico lleno de emoción y una gran sonrisa en su rostro.

-Ti-Tiona, en un momento lo verás, espero que te guste el lugar al que iremos, es un sitio el cual visito mucho desde que llegué a Orario, un lugar importante para mi-Respondió Bell, desviando un poco la mirada para no seguir tartamudeando por los nervios de ver lo hermosa que se veía Tiona en ese momento.

-¡Oh! ¡Un lugar importante para ti! ¡Me siento especial hehee!-Contestó Tiona al oír la respuesta del joven, al parecer la hizo sentir bien el saber que sería llevada a un lugar importante para su cita.

-¡Oh! ¡Un lugar importante para ti! ¡Me siento especial hehee!-Contestó Tiona al oír la respuesta del joven, al parecer la hizo sentir bien el saber que sería llevada a un lugar importante para su cita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Sí, un lugar importante para mi, sé que lo disfrutarás igual que yo, o eso espero al menos-Expresó Bell, con una sonrisa en su rostro la cual iba dirigida a su acompañante.

-Sí, un lugar importante para mi, sé que lo disfrutarás igual que yo, o eso espero al menos-Expresó Bell, con una sonrisa en su rostro la cual iba dirigida a su acompañante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Esto tomó desprevenida a la amazona, quien se sonrojó al ver aquel gesto del muchacho.

"No me acostumbro a que me sonrías así... es trampa..." pensó ella, agachando la mirada con sus mejillas pintadas de rojo carmesí, parecido al rojo de los ojos de cierto chico conejo que la tenía tomada de la mano desde que inició la cita.

" pensó ella, agachando la mirada con sus mejillas pintadas de rojo carmesí, parecido al rojo de los ojos de cierto chico conejo que la tenía tomada de la mano desde que inició la cita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿El primer amor es el más importante?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora