Capítulo 20.

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En el capítulo anterior

En Folkvangr, específicamente en la habitación de cierta chica de cabello plateado.

Helun estaba acostada en su cama, mirando al techo y sintiendo una felicidad desbordante nacer en su corazón, ella lo supo, su Diosa había tenido una velada maravillosa con el chico de su interés.

Cierta tristeza y celos se hicieron presentes en ella, ya que también amaba a Bell.

-No hay tiempo para sentirme derrotada...-Susurró.

"Es mi turno de intentar enamorarlo... Freya-Sama aprueba que lo haga... Aún si es el hombre al que ama, ella está de acuerdo en compartirlo con alguien como yo... No desaprovecharé mi oportunidad..." se dijo a sí misma, confiando en el plan que ella y su diosa habían ideado para que tuviera su momento con Bell.

-Freya-Sama, no, todos los dioses, por favor... permítanme lograr que se enamore de mi... por favor... por favor...-Dijo la peliplateada, rogando tan anhelado deseo con sus ojos cerrados.

"Con que es así como se siente el amor..." Finalizó, con ambas manos en su pecho, esperanzada de que todo saliera bien y cerrando sus ojos con emoción, sin poder esperar a que la mañana llegara.

" Finalizó, con ambas manos en su pecho, esperanzada de que todo saliera bien y cerrando sus ojos con emoción, sin poder esperar a que la mañana llegara

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Capítulo actual.

Sede de la familia Hestia, Habitación de Bell.

Nuestro joven peliblanco se encontraba recostado en su cama, con la mirada perdida dirigida hacia adelante.

Sus pensamientos eran inversamente proporcional a la calma que demostraba al hallarse inserte y sin demostrar movimiento alguno.

¿Inversamente proporcional? O sea, contrario a la característica antes mencionada.

Su mente era un completo cúmulo de cosas, recuerdos, nombres y, sobre todo... chicas, dos chicas para ser exactos.

"¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Me besó! ¡Freya me besó! ¡Dijo que me amaba y me besó! ¡¿Por qué demonios las dos usaron la misma estrategia?! Comienzo a creer que soy demasiado distraído" se dijo a sí mismo, gritando internamente, con un sentimiento complicado naciente de su corazón.

¿Felicidad? Claro que estaba feliz.

¿Nerviosismo? Demasiado, más aún viendo que prácticamente otra chica le acaba de declarar su amor hace tan solo un par de horas.

¿Dudas? ¡CLARO QUE HAY DUDAS! ¡EL CORAZÓN DEL CONEJO ESTÁ DIVIDIDO Y NO SABE QUÉ HACER!.

Su ritmo cardíaco hacía honor a su apariencia. Aunque eso no era nada nuevo viendo sus reacciones normales cuando una chica se le acerca, sin embargo... ¡ESTO NO ERA LO MISMO!.

¿El primer amor es el más importante?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora