¿Qué hubiera pasado si Bell escuchaba una plática que no debía?
¿Qué pasaría si tras ese suceso sus sentimientos se ven afectados?
Lee este FanFic y lo sabremos.
-¿Quién quiere verme, Hermes-Sama?-Preguntó el conejo, ofreciéndole la mano para levantarlo.
-Bell...-Lo nombraron desde la entrada de la mansión.
El chico volteó con su corazón latiendo a mil por hora.
Esa voz...
Era imposible no reconocerla...
-A-Abuelo...-
La figura de un hombre pasado de años con barba y cabello blanco se encontró cara a cara con Bell.
-Haz crecido mucho... Bell-Comentó la visita inesperada.
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(Banda, por favor ignoren a Bell, solo fíjense en ZeusGOD)
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En el capítulo actual.
-P-Pero... ¿Cómo es que tú...? Se supone que...-Bell se quedó estático, casi sin habla.
Su agitación provocaba una seria falta de aire en sus pulmones.
-¿Abuelo...?-Una voz lanzó la pregunta desde la espalda de Bell.
Se trataba de Freya...
Sus ojos... esos ojos... perdieron su brillo y sus cejas se fruncieron.
-Vaya, es un gusto verte de nuevo... Freya-El hombre de edad avanzada respondió al nombramiento de dicha diosa con un tono serio.
-¿Q-Qué sucede...? Freya... ¿Cómo conoces a mi abuelo?-El peliblanco dirigió su mirada hacia la antes mencionada.
-Bell... Cada vez que describías a tu abuelo no podía evitar sentir algo extraño en dichas características... veo que tenia razón-Le respondió la peliplateada.
-Freya-Sama... ¿Qué sucede?-Helun, al costado de su diosa, externó su duda.
-Hermes... al parecer lo que me contaste no era mentira-Aquel conocido de Freya y abuelo de Bell, dijo aquellas palabras al dios viajero.
-No miento... Zeus...-Dijo Hermes poniéndose de pie y acomodando su sombrero.
