16.

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—No te preocupes por tus amigos, Alexa.

—No quiero que les hagas nada.

—¿Yo? Por favor. Contigo tengo más que suficiente para el próximo eclipse de luna.

—¿Qué piensas hacer?

—Tú mantente tranquila. Ni Diana ni Owen saldrán heridos con esto.

—¿Y qué hay de mí? ¿Me harás algo?

El Rey no contestó.

—No dije nada y no los acusé como debí haber hecho antes. No tienes el derecho a hacerme algo.

Un ruido fuera del salón de literatura alertó a Alexa y al Rey. Alexa salió para saber quién era el autor de aquel ruido y logró darse cuenta de que era su compañera de dormitorio, Cassandra Gagnon. La chica salió despavorida, pero se logró ver su característico cabello largo y café.

—¡Cassa... —Alexa fue callada por la mano del Rey en su boca.

Yo me encargo. Es hora de que vuelvas a tu dormitorio.

—¿Alexa me estás prestando atención?

—¿Qué? No, perdón. ¿Qué decías?

—Que deberías dejar de ser tan insistente con el adicto de Owen, amiga.

—Diana, deja de hablar. Sabes que por más que lo intentes, no te haré caso. Sé que muy en el fondo a ese tipo le atraigo.

—Ten algo de dignidad, chula.

¿Dignidad? ¿Qué es eso? —Bromeaba—. ¿Con qué se come? ¿Es venenoso?

—Solo no vayas a cortarte las venas cuando él te rechace.

Alexa sonrió de oreja a oreja y carcajeó.

—Tengo muchas ganas de vivir, amiga mía. No haré tal idiotez.

—Cambiando de tema, dime qué pasa entre la directora y tú. Te llama mucho a su oficina, ¿no?

—Nada —respondió de inmediato—. No pasa nada, yo... Ella, mejor dicho, es la que me llama siempre a su oficina para regañarme. Solo le falta llamarme la atención por respirar.

—No dudes en que un día lo hará.

—Diana...

—¿Hmm?

—¿Tú me quieres?

—Eres mi mejor amiga, claro que te quiero. ¿Por qué lo preguntas? ¿Qué no se nota?

Alexa sonrió de lado.

.

—No me engañas, Owen. Sé y estoy completamente segura de que al menos crees que soy linda.

—¿Tú crees eso?

Alexa asintió.

—Sigues soñando, pelirroja.

—Por favor, deja de fingir y acepta que también te gusto.

—¿Segura de que no se confundieron al traerte a este internado? Porque estoy seguro de que las acosadoras como tú deberían estar en la cárcel o un psiquiátrico.

—Me caí del mismo árbol varias veces, puede que estas sean las consecuencias.

—¿Y nunca te llevaron al médico para sanar esa loquera? —indagó burlón.

—¡Claro que sí! Nadie en mi familia es doctor o algo por el estilo. El hospital era mi segunda casa —confesó con una sonrisa en su rostro.

Owen entornó los ojos.

—Tendrás que esforzarte más, Alexa. No me gustas.

—¿Hasta cuándo vas a entender?

—Emma, nosotras podemos con esto.

—No se puede, deja de insistir. Haz lo mismo que yo, solo ignóralo, no hace falta que quieras hacer de heroína.

—Eres muy cobarde, ¿lo sabías?

—Es lo que me mantiene con vida, Alexa.

—Tráela. Se hará tarde.

—Ya envié a Jennyfer por ella.

—¿La maldita profesora de natación? ¿Es una broma, Mildred? ¿No pudiste escoger a alguien mejor?

—Puedo ir yo si es lo que quiere.

—Déjalo así, no perderé más el tiempo. ¿Cuánto falta para que el eclipse empiece?

—Media hora, Rey.

—Prepararlas. Yo arreglo lo demás.

—Como sabrán su compañera Alexa Cameron desapareció hace no mucho...

—¡¿Ya la encontraron?!

—Wong, deja de gritar —ordenó la profesora Tymor.

¡¿Está bien?! —Gritó Diana—. ¡Digan algo, mierda!

Su compañera Alexa Cameron fue encontrada colgada de uno de los árboles en el bosque —Anunció la directora finalmente—. Las autoridades nos afirman que su compañera se suicidó. Se hará una misa en su memoria dentro de unas horas. Hoy estamos de luto, por lo tanto las clases están suspendidas.

—¿Diana? ¿Estás bien?

—¿Chevalier, se siente bien?

Diana se desmayó mientras que Owen tenía un ataque de nervios por aquella lamentable noticia.

El infierno que construimos [COMPLETA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora