TWENTY SIX

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[Nina]

Luna me sigue contemplando con los ojos desorbitados. Me observa como si ante ella estuviera un espécimen extraño que se escapó de un laboratorio. Me mira como si ante ella no estuviera Nina, Nina Simonetti, su amiga.

—A ver, a ver, espera, espera— ella me detiene poniendo su mano frente a mí. Me sigue observando con los ojos bien abiertos y los labios entre abiertos— ¿estás hablando enserio o todo es una broma?— la miro mal. No me es fácil contarle esto porque es algo que creí que yo haría en mil años, sin embargo, pasó y fue lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo— es que de verdad, necesito que me demuestres de alguna manera que lo que estoy escuchando es cierto y no una broma porque mi cabeza te juro va a estallar en cualquier momento por intentar descifrar si es cierto o falso lo que estoy escuchando.

—Luna, soy tu mejor amiga, ¿de verdad crees que te mentiría con algo así?— alzo una ceja y me cruzo de brazos.

—Bueno...no— ella hace una extraña mueca en la que infla un poco sus cachetes mientras desvía su mirada algo nerviosa— pero vamos Nina, igual cuando yo te conté esto cuando me pasó, te sorprendiste y no me creíste.— ella me mira a los ojos como si me quisiera decir 'Ja, en tu cara'

—Bueno, sí, me sorprendí— por alguna extraña razón hago la misma mueca tensa que hizo mi amiga mientras muevo mis manos nerviosa— pero si lo hice fue porque es algo que no ocurre todos los días y enterarte que tu mejor amiga lo hizo, te sorprende mucho.

—¡Ahí está!, ahora me entiendes.— ella suelta aire como si al fin pudiera relajarse y se vuelve a dejar caer sobre la silla.

—Pero a lo que voy es que confíe en ti y no creí que fuera una broma, sólo me sorprendió porque no es algo que ocurre todos los días, pero es todo.— la apunto con el dedo, igual que hace mi mamá cuando me está regañando o me está diciendo algo que no quiere que olvide.

—Es que mi caso es diferente...— ella sonríe de lado y mueve sus manos nerviosa.

—¿Por qué?— pongo mis manos a lado de mis caderas y la miro con interés.

—Porque...porque...— esta vez empieza a jugar con las miles de pulseras que adornan su muñeca, y una vez que parece rendirse, suspira fuerte y deja de tocar los accesorios en su brazo— ¡porque Nina Simonetti es mi mejor amiga!— habla un poco más fuerte de lo que me gustaría, por lo que le hago una seña de que guarde silencio porque todos en el Roller ya nos están viendo— perdón— ella baja la voz y lleva un dedo a su boca, indicando que ya no volverá a hablar fuerte, por lo que se acerca a mí y empieza a hablarme en susurros— es sólo que tú eres mi mejor amiga, y nunca creí que Nina Simonetti fuera a perder la virginidad ya.

—Shhhhh...— sigo indicándole con mi dedo sobre mis labios que haga silencio. Abro los ojos alerta y de reojo veo que nadie haya escuchado lo que ella dijo, y para mi suerte, parece que nadie más ha oído lo que mi amiga ha dicho, sin embargo, no tardo en sonrojarme demasiado, por lo que sigo mirando mal a mi amiga mientras intento que el color de mis mejillas disminuya.

—Lo siento, es sólo que sigo muy sorprendida por lo que me acabas de decir.— ella sigue hablando en voz baja, con una voz confidencial para hacerme sentir más segura.

—Igual estoy sorprendida porque lo hice pero no lo ando gritando para que todo el Roller se entere.— la miro mal y sigo luchando porque el color rojo intenso de mis mejillas desaparezca.

—Está bien, ya entendí, ya sabes como soy de distraída— ella esboza una sonrisa de lado pidiendo una disculpa— pero en fin, sólo quiero que sepas que si me costó creerte es porque no pensé que tú fueras a hacer algo así...ya, en este momento.

Oxford (Gastina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora