Oxford (Gastina)

THIRTY FOUR

[Nina]

—Entonces, ¿seguirás sin decirme a que Universidades has aplicado?— Gastón pregunta mientras distraídamente juega con los dedos de mi mano.

Mañana Gastón se irá, su vuelo sale a las ocho de la mañana, por lo que este es nuestro último día juntos por un buen tiempo, al menos de aquí a mi graduación. Él prometió intentar venir antes, pero ambos sabemos que será difícil, él está por iniciar un nuevo semestre y yo estoy por terminar este año escolar, se avecinan los exámenes finales y no creo poder tener mucho tiempo con el cierre del curso y con todo lo relacionado con la Universidad.

Por ser nuestro último día juntos en mucho tiempo decidimos hacer algo tranquilo pero solos, sólo nosotros dos. Por la mañana él pasó tiempo con sus padres y por eso justo ahora, cuando está por caer el atardecer nos encontramos tirados en el pasto de nuestro parque favorito.

En realidad es nuestro parque, hemos pasado por tantas cosas, tantos momentos juntos justo en este parque. Sólo recordar como nuestra historia comenzó, me hace sonreír y a la vez sentir unas inmensas ganas de llorar.

—Gastón— lo llamo, logrando captar su atención una vez más, de esa manera deja de jugar con mis dedos, pero no los suelta.

—¿Qué pasa, Nina?

—No quiero hablar de Universidades ahorita— suspiro y me incorporo un poco, girándome para quedar de lado con mi antebrazo sosteniéndome y mi mano libre sosteniendo mi cabeza mientras observo fijamente su perfil, ese perfil que tanto me encanta— no quiero hablar de nada ahorita, sólo quiero disfrutar estos últimos minutos juntos.

—Lo dices como si no nos volviéramos a ver nunca más— él ríe un poco mientras voltea a verme con esa estupenda sonrisa que me hace estremecer en el buen sentido— o como si yo fuera a morir—. Una vez más ríe pero esta vez yo jadeo horrorizada al escucharlo decir eso, por lo que golpeo suavemente su pecho mientras lo miro mal.

—No digas esas tonterías ni de broma, no es gracioso.

—No lo es, pero sonabas tan seria que por un momento me estremecí y estuve a nada de decirte que si me pedías mañana no tomar ese avión, no lo haría, pero esa conversación ya la hemos tenido tantas veces que me la sé de memoria— él me regala una de sus sonrisas ladeadas que me hacen suspirar— así que decidí probar con otra cosa.

—Bueno, tal vez deberías probar con algo no tan cruel— lo miro mal una vez más pero termino soltando una risa— bueno, sabes a lo que me refería, pasarán un par de meses hasta que nos volvamos a ver, así que sólo quiero disfrutar estos minutos—. suspiro y observo maravillada la manera en que sus ojos me miran.

Él me mira como si frente a él estuviera lo más bello del mundo, o como si yo fuera lo que siempre soñó, incluso me atrevería a decir que me mira como si fuera lo mejor de su vida, como si fuera su mundo entero, y sin saber que tan egoísta sea de mi parte, me encanta que sea así.

—Bien, no volveré a tocar el tema lo que resta del día— él suspira por lo que termino sonriendo al saber que ya no tocara ese tema— pero tarde o temprano tendremos que hablar de él.

—Lo sé— esta vez soy yo la que suspira— pero preferiría que sea en otro momento, porque es un tema que pese a que me cause una gran alegría porque es un posible sueño que haré realidad, a la vez es algo que me pone nerviosa y me estresa porque no sé en donde estudiaré, y no sé si ese lugar estará a cinco minutos de ti, o si estará a cinco horas de ti o incluso a más tiempo y distancia de ti—. por un momento siento mi cuerpo estremecerse, pero esta vez no de una buena manera, sino de una que me hace darme cuenta de la tristeza que me embarga el pensar que puede que Gastón y yo estemos lejos todo el tiempo, como si la vida no quisiera que estuviéramos juntos.