Oxford (Gastina)

ONE

[Gastón]

Hoy iniciaba una nueva etapa en mi vida, era mi primer día en la Universidad y estaba más que emocionado. Oxford era increíble, había gente de todos lados del mundo, todo era tan agradable. Y la escuela en sí era impresionante.

Me dolía saber que mi mejor amigo Mateo no estuviera conmigo para vivir está gran aventura, pero ya iría haciendo amigos. Ayer, el día de la bienvenida conocí a un chico llamado Franco y me había caído muy bien, teníamos bastantes gustos en común.

Estaba sentado en un pupitre a mitad del salón, era bueno empezar pasando desapercibido, no siendo un nerd pero tampoco el chico más popular, ya iría ganando popularidad con el paso del tiempo. Franco había llegado y se sentó a un lado mío, estaba despeinado y el uniforme lo traía en desorden.

-Gastón, hola.- dijo agitado mientras buscaba algo en su mochila negra.

-Que hay Franco, ¿por qué esa carita?.- comenté graciosamente.

-Me he levantado tarde- no pude evitar reír al ver la cara de espanto del chico- en casa mamá siempre me levantaba y ahora que estoy aquí, he olvidado poner el despertador, ella tuvo que maracarme si no seguiría dormido.

-Vaya, aún eres un niño de mami.- comenté burlón.

-Por lo visto para ti te está siendo fácil adaptarte a esto, a una nueva vida.

-No es una nueva vida- aclare- sólo es una etapa nueva en nuestras vidas, todo irá bien, no será tan difícil adaptarte.

Franco bufo y tras acomodar su corbata negra, saco un par de cuadernos, imite su acción. Alce la vista a ver si la profesora ya estaba por llegar pero en su lugar entró una chica de masomenos un metro sesenta, cabello castaño, ondulado, sus ojos eran color miel, y su piel era demasiado blanca. Era hermosa.

Se sentó frente a mí y pude oler su cabello, vainilla, era delicioso, Franco me miro de una forma extraña y sin poder evitarlo tocó el hombro de la chica.

-Hola linda.- dijo una vez que la chica volteo en nuestra dirección.

-Hola.- dijo con un pequeño rubor.

-¿Cómo te llamas?.- pregunto Franco y traté de advertirle con la mirada que no fuera a hacer una estupidez.

-Lisa, ¿y tú?.- noté un poco de nerviosismo en la voz de la chica.

-Franco, y él- toco mi brazo para que la chica pusiera su vista sobre mí- se llama Gastón y es mi nuevo amigo- Lisa río mientras me miraba fijamente a los ojos- y queremos que tú igual seas nuestra amiga.

-Claro, me encantaría.- dijo la chica y nos sonrió a ambos.

Vimos a la profesora Fork entrar al salón, cada uno se acomodó en su lugar y guardamos todo el silencio posible permitiendo que la maestra iniciará con la clase.

Cuando había terminado el primer día de clases, los tres nos dirigiamos a nuestras respectivas habitaciones. Lisa me había agradado bastante, era inteligente, linda y divertida. Había conversado de todo con ella durante el almuerzo, disfrutaba de la compañía de mis nuevos amigos.

Una vez que llegué a mi habitación me despedí del rubio y de la castaña y entré a mi dormitorio y lance mi mochila verde sobre la cama individual, fui directo a mi escritorio y saque mi tablet, quería hacer una videollamada con mi amigo Mateo.

Estaba por marcarle cuando noté un correo nuevo en mi buzón, vi de quien se trataba y sentí como mi corazón latía a mil por hora, hacía tiempo que no recibía un correo de esa persona.

Abrí lentamente el correo y cuidadosamente me grabe cada una de las palabras de este en mi corazón.

De: Nina
Hola, Gastón, espero te vaya muy bien en tu primer día de clases en Oxford, te deseo lo mejor y que disfrutes de ésta nueva etapa en tu vida.