Oxford (Gastina)

TWENTY ONE

[Gastón]

Oh, oh.

Recuerdo una vez que Nina me dijo que le gustaría ser una avestruz, una de esas aves que esconden su cabeza bajo tierra y así se pueden aislar del exterior.

Bueno, en estos mismos momentos, amaría ser una avestruz, ¿por qué?, fácil, la cara de Nina confundida, aturdida, sin entender que es lo que acaba de ocurrir, lo dice todo.

No creo que me mate, tampoco creo que se moleste, pero lo que sí creo, es que va a querer saber todo, y cuando hablo de todo, realmente hablo de todo, no sólo de ciertas cosas, no, estoy segura que ella misma está formulando en su cabeza todas las preguntas  que tiene por hacerme sobre Lisa en este mismo momento.

—Eh...yo creo que mejor te hablo después– miro mal a mi amigo, como si le exigiera que no se vaya, dejándome solo con Nina, después de que él fue el causante de todo. Tal vez él no fue el que sacó el tema, pero ha sido el de la idea de la videollamada, ah, además no le dijo a Lisa que Nina estaría aquí, así ella hubiera entrado conociendo lo que ocurriría– siento lo que pasó, Nina– ella, deja de verme como lo ha estado haciendo desde que Lisa se fue, como si hubiera estado buscando respuestas, y voltea a ver a mi amigo con una pequeña sonrisa– por lo general Lisa no es así, no sé qué le pasó– Franco suspira, y a decir verdad, él tiene razón, Lisa es una chica muy relajada, muy tranquila y buena onda, no entiendo porque tanta mala onda con Nina si yo desde hace mucho le dejé en claro que no podía tener nada con ella– en fin, hablaré con ella y después te diré que pasó– esta vez supongo me dice a mí, así que asiento– bueno, fue un gusto conocerte, Nina, espero que pronto pueda conocerte en persona.— nos regala una de esas sonrisas típicas de Franco que logran aliviar la tensión en cualquier situación, sin embargo Nina recién lo conoce, no sabe de los talentos ocultos de mi amigo, así que en esta ocasión, esa sonrisa no logra nada.

—Gracias Franco, igual me dio mucho gusto conocerte.— Nina sonríe tímida y una vez más me mira, pero esta vez lo hace más disimuladamente.

—Espero Gastón te lleve pronto, te aseguro que amarás Oxford, y hay muchísimos lugares que seguro amarás– sonríe sincero, y de reojo veo como Nina le devuelve la sonrisa– bien, hablamos después, hermano, pásenla bien.— esta vez me dice a mí, y al mirarme logro ver que se siente mal por toda la situación que acaba de darse, por lo que le regalo una sonrisa para dejarlo tranquilo, sé que su intención nunca fue provocar algo así, él no es así, él sólo quería que pudiera hablar con ellos, desde que lo conozco ha sido un buen amigo para mí y sin duda alguna es de las mejores personas que he conocido en mi vida.

—Sí, te llamaré más tarde– medio sonrío– intenta hablar con Lisa, yo después hablaré con ella.— él asiente con un movimiento de cabeza, y tras dedicarnos una última sonrisa, se despide de nosotros y cuelga.

La hora de la verdad llego.

Una vez que la videollamada ha acabado, tomo mi Tablet y me tomo mi tiempo para guardarla en mi mochila, sabiendo que cuanto más me tarde, más desesperación va a sentir Nina, sin embargo, es un poco más de tiempo para que yo respire y piense que haré.

Termino de guardar mi Tablet, y al ver que ya no tengo nada más que hacer para matar tiempo antes de que empiece el interrogatorio de Nina, pongo mis manos sobre mi regazo, y la miro de reojo, esperado que empiece con el bombardeo de preguntas.

Sin embargo, ella no hace nada, sólo observa hacia un punto equis mientras mueve sus pies de adelante hacia atrás, como si estuviera en un columpio. Abro la boca para decir algo y romper este atormentador silencio, pero no me sale la voz, simplemente abro y cierro la boca más de una vez, sin saber que decir, pero sabiendo que tengo que decir algo.