TWO

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[Nina]

Tres de la mañana, mi reloj marcaba esa hora y parecía que era eterno, que jamás cambiaría. Tres uno de la mañana, resople y aparte mi vista del aparato. Tenía insomnio y eso vaya que era raro en mí, no dejaba de dar vueltas a la cama.

Había leído un artículo en él que decía que cada vez que sentías un insomnio cómo este, era porque había algo que te preocupaba, y bueno en mi mente hay cientos de cosas que me preocupan, las habituales; el Blake, mi papá que está en Miami desde hace más de medio año, mi mamá y el control que quiere tener sobre mi vida, la Universidad, y obvio mi relación con Xavi.

Me levanté, fui a buscar algún libro con el que pueda hacer sueño. En mi modesto librero, habían cientos de libros que ya había leído más de una vez.

¿Ciencia ficción?, ¿romance?, ¿terror?, tenía bastante para elegir y ninguno me agradaba, tal vez en otras circunstancias lo haría, pero no precisamente en este momento. Necesitaba algo especial. Revisaba cuidadosamente el título de cada maravillosa historia que tenía frente a mí. Me detuve cuando mis ojos se encontraron con mi favorito; "La otra cara de Saturno".

Sonreí, lo tomé entre mis manos y sentí como una oleada de calma llegó a mí, ese, si justo eso era lo que necesitaba en ese momento.

Fue directo a mí pequeño escritorio, encendí mi lámpara para leer y abrí cuidadosamente el maravilloso libro que tenía sobre mis manos. Comencé a hojearlo, el aroma que desprendía hacía que mi cuerpo se estremeciera, leía cada palabra que había sobre esté.

Estaba por terminar él primer capítulo cuando él ruido de mi computadora anunciando que tenía un correo nuevo, me distrajo. Cerré mi preciado libro, y abrí mi correo.

"Mensaje nuevo de: Gastón".

Sentí como mi corazón latía a mil por hora, moví mi mano temblorosa y termine tirando un pequeño porta-lapices, todos estos se regaron por todo el piso. Me levanté a ver que mi mamá no se haya despertado, nada. Estaba todo quieto, suspire y regresé de inmediato a mi antiguo lugar.

No podía dejar de temblar, pero de alguna forma u otra, logré que mis dedos pudieran presionar el botón "abrir". Cerré los ojos y tras lograr recuperar el aliento, leí cada palabra escrita por Gastón y traté de guardarlas en mi memoria, para siempre.

De:Gastón
Hola Nina, me sorprendió mucho tu mensaje, pero me alegro que te hayas acordado de mí. Todo en Oxford es increíble, mi primer día fue el mejor, conocí a gente super buena onda, y me la estoy pasando muy bien.

Espero te haya ido muy bien en el Blake, es tu último año y sé que te irá genial, me gustaría saber dónde piensas estudiar la Universidad. Quiero seguir en contacto contigo, espero tener noticias tuyas y de los demás muy pronto.

Te he hechado mucho de menos.

Sentí como mi corazón no dejaba de latir, el aire no llegaba a mis pulmones y mis sentidos eran vanos, sentía que todo mi mundo estaba al revés.

Cerré la computadora, no podía contestar a su mensaje, me hechaba de menos, y eso sin poder controlarlo me llenaba de una felicidad increíble.

Me fui a la cama, las palabras de Gastón se repetían en mi cabeza una y otra vez, no podía dejar de sonreír, quería ir directo a Oxford, necesitaba ver a Gastón, tenerlo cerca y que me dijera esa sencilla pero hermosa frase, que me hechaba de menos. Sentir sus labios una vez más, no era tarde, aún podíamos luchar por lo que alguna vez fuimos, y podríamos volver a ser.

Sonreí y cambié mi dirección de mirada hacia la ventana, pero había un pequeño obstáculo, era una foto mía con Xavi, mi sonrisa se fue, resople y me sentí terrible al darme cuenta de lo que pensaba segundos antes. Yo quería a Xavi, esa era la única realidad, sólo quería estar con él. Siempre ha estado ahí para mí, él no me abandonó y terminó con lo nuestro al primer problema que se nos cruzó. Xavi no merecía esto, yo no lo merecía a él. No podía estar con alguien tan maravilloso como él y sólo estar pensando en mi ex, la persona que me rompió el corazón.

Oxford (Gastina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora