¿Y si fuera al revés? (Finn Wolfhard Y Tu)

Capítulo quince.

Desayunaba junto a Jack.

—¿A que irás a la escuela? Solo van a ir quienes estarán en el viaje.

—Me inscribire para adelantar año, quiero hacer algo estás vacaciones.

—Creí que romantizarías el momento diciendo que vas para despedirme como la gran hermana que eres.

—Jack, date prisa.— La voz de mi madre interrumpió nuestra amigable conversación.

El término su desayuno para después subir por sus maletas. Subí al auto que iba en dirección a la escuela, esperaba no toparme con Annie, después de la incomoda conversación en la cena de anoche no cruzamos una palabra más y en cuanto a Jack y ella, solo se miraban entre sí.

Todos en la escuela subían a los autobuses mientras que otros platicaban en grupo. Antes de que Jack se fuera nos despedimos de él.

—Te veo pronto, tonto.— Ambos nos abrazamos.

—Te veo pronto, tonta.

Camino con sus amigos para hablar un poco y después subir al autobús. Me adentre a la escuela para poder inscribirme al programa que manejaba ma escuela para poder adelantar años durante vacaciones y no entre clases u años normales.

La casa estaba un poco vacía, no tener a Jack aquí era extraño, oh talvez no estar con el me resultaba extraño.

—¿Hoy no saldrás?— Preguntó mi madre al verme tumbada en el sillón.

—Sí, ¿Tú también?

Asintió.—Ire con la madre de Annie.

—Muy bien.

—Puedo pasarte a dejar. ¿A dónde vas?

—A la biblioteca.

(...)

Esperaba a Finn mientras miraba mi celular, hablaba con Sophia, hoy de igual modo ella se fue y regresaría un par de días antes de terminar las vacaciones.

—Lamento la demora.— Escuché la voz de Finn, no había ninguna demora incluso ambos habíamos llegado bastante temprano.

—¡Hola!— Por fin despegue la mirada de mi celular para verlo, como siempre, se veía tan lindo, incluso llevaba su guitarra detrás de él.

—¡Hola!— Deposito un beso en mis labios que siendo sincera, me dejo inmovil.—¿Quieres hacer algo antes?

Negué.

—Bueno, vamos.— Tomo mi mano y comenzamos a caminar juntos.—¿Cómo te ha ido esta semana, cariño?

Era tan extraño escuchar algún apodo hacía mi, que me hiciera sentir tan especial para una persona.

—Bueno, bastante bien.— Me miro esperando que dijera más.— Talvez haya sido la mejor de mi vida, ahora estamos juntos y me encanta la sensación de estar junto a ti.

—También me encanta la sensación.— Lo mire, estaba sonriendo.

(...)

Una vez más escuchaba a Finn, de vez en cuando me miraba y sonreía. Había demasiadas personas y entre ellas chicas, era evidente que intentaban que Finn las mirará.

Evitaba cruzar miradas con ellas, verlas me hacía sentir total inseguridad, no por Finn, sino por ellas, tenían un lindo cuerpo, eran bonitas y constantemente trataban de ser provocadoras.

Después de un rato de escuchar a Finn, salimos del lugar, era algo tarde ya, pero aun fuimos por nuestras hamburguesas.

—Están deliciosas, Finn. ¿Cómo conoces tantos lugares?

Lo mire, le dio un mordisco a su hamburguesa, realmente la disfrutaba, la escena me había parecido muy tierna. Cuando Solté una pequeña risa Finn me miro.

—Lo siento, ¿dijiste algo?— Paso de manera rápida su bocado.

—Tienes una mancha de catsup.— Reí tomando una servilleta para limpiar la mancha que se encontraba en su barbilla.

—Gracias.— El tono de sus mejillas me hizo saber que estaba algo apenado.— Tengo bastante hambre, por eso estaba tan concentrado.

—No importa, comprendo que lo hayas estado.

Para cuando salimos del lugar comenzaba a avecinarse la noche.

—Te llevare a casa.— Me dijo Finn.

—¡No!— Me miro extrañado.— No me mal entiendas, pero exactamente mi madre no sabe que salí contigo, con el viaje de mi hermano no he podido decirle nada.

—No me molestaría conocer a mi suegra.— Coloco un mechon de mi cabello detrás de mi oreja.

—No me molestaría que la conocieras, pero, aun no es el momento, solo espera un poco.

—Esperare lo que sea necesario.

Me ayudo pidiendo un taxi que me llevara a casa, ya se encontraba frente a nosotros así que Finn me dio un gran abrazo, realmente el era más alto que yo, así que acariciaba mi cabello.

—Te quiero demasiado, bonito.

—Te quiero más, bonita.

Nos dimos un último beso, para después ir a casa.