¿Y si fuera al revés? (Finn Wolfhard Y Tu)

Capítulo Veintiocho.

Mi madre había llegado, realmente no se quedó.

— Estaba preocupada, esta vez irás conmigo.

Gaten me habló sobre una propuesta para continuar estudiando en la universidad a través de un intercambio al extranjero, al parecer la información la tendríamos hoy. Mi humor no era el mejor, pero debía seguir con algo que me motivará.

— Me interesa estudiar lejos de aquí. Necesito ir hoy a la escuela, madre.

— ________, después puedes ver eso, ya existen becas y demás cosas —Cerro su mochila—. No está a discusión.

— Si, si que lo está.

Bufo algo desesperada ya.

— De acuerdo. Te puedes quedar, pero necesito al menos cinco mensajes al día. Debes comer y no puedes invitar a nadie, ¿Puedo confiar en ti?

El tema de la confianza, me causaba escalofríos, me ponía melancólica e incluso hacía que mi odio hacía mi creciera.

— Si, puedes hacerlo. Lo prometo.

Me abrazó, se despidió y se fue. Al poco rato camine al colegio, todo me parecía extrañó, nada fuera de lo común había cambiado, pero parecía ser que sí.

Constantemente rondaba por mi mente la imagen de la final discusión con Finn, pensaba en lo que hubiese podido hacer para evitar lo sucedido.

— ¡Aquí estás! Casi llegas tarde — Gaten me abrazó por mis hombros.

— ¡Aquí estoy! —No podía ser una amargada con todo el mundo.

— Tengo unas cuantas buenas opciones. Seguro te interesará.

(...)

Había metido una solicitud para el intercambio, me deje guiar por Gaten, al parecer había hecho una amplia investigación y estaba muy seguro de sí.

Caminaba en dirección a mi casa, al menos eso hacía hasta que me tope con Sophia.

— ¿Cómo estás?

La noche anterior, después de mi ruptura con Finn compramos helado de chocolate y regresamos a casa para después escuchar música.

— Bastante bien.

Decir eso sin duda era una gran mentira, aunque bien, no lo era completamente. Deseaba poder arreglar todo, pero consideraba que era mejor así.

— ¿Estás mintiendo? — Después de unos cuantos minutos de pensarlo asentí.

Era difícil que ella creyera aquel "Bastante bien".

(...)

— ¡Que alegría verte de nuevo!

Llegamos con Sadie y Noah al parque de diversiones. Sabía que Sophia lo había organizado de manera anticipada teniendo en cuenta lo que ocurriría con Finn.

— ¡Es un gusto verlos también!

La cabeza me daba vueltas, estaba mareada y no era para menos, estuvimos en la mayor parte de los juegos. Platicaba con Noah.

— Entonces, ________ Grazer — Se cruzó de brazos mirándome con diversión.

— No me atormentes más ¡Por favor!

— No es mi plan —Comenzó a reír—. Solo quiero decir, eres increíble. Quien no debe atormentarse eres tú misma.

— Eso es imposible...

Me interrumpió—. ¿Ha si? ¿Por qué?

— Bueno, seguro sabes la historia. Además, creo que de no ser porque Finn se entero y termino nuestra relación probablemente...nuestro noviazgo no hubiese sido lo único que romperse.

— ¿No crees que tu hermano no debería decidir eso?

— Lo sé pero esto, talvez ya no sólo era una cosa de Jack Grazer.

— _______, no había jugo —Llegó Sadie dejando una charola con comida para todos—. Pero, traje esto para ti — Era una manzana.

— Muchas gracias.

(...)

— ¿Cómo la estás pasando sin mamá en casa? — Hacía una llamada con Jack.

— No veo mucha la diferencia.

Sí que la había, definitivamente todo había cambiado y me sentía terrible con la situación.

— ¡Seguro! En fin, mamá quiere saber que estás bien.

— ¿Por qué no llama ella misma?

— Resulta que somos tíos —Alguien lo buscaba—. Te llamo en unos minutos.

Si, después de un rato, llamo de nuevo.

— Olvidé que decía. Tu amiga Annie pregunta por ti.

— ¿Conoces a Annie?

— Si...Resulta ser, no tan desagradable.

Probablemente Finn también preguntaba por el, pero era algo que debía dejar pasar.

— De acuerdo. Es bueno que se conozcan.

— Sí, me hacía falta un amigo, aunque bueno, ahora tengo a una am...Ahora la tengo a ella.

¿Estaba intentando darme una clase de indirecta?

— Que bueno, por otro lado ya regreso Sophia. Ya no...estoy tan sola.

— Uy, vaya. Que emoción.

— ¡Tonto! Puedes alegrarte un momento por mi.

— No creo que sea posible tratándose de Sophia.

— Ahora es mi mejor amiga.

— Me alegra que tengas una nueva mejor amiga, pero me da igual que sea Sophia.

— Por supuesto. Después hablamos.