Capítulo treinta y uno.

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— ¿Y bien?

Desde que comenzamos a desayunar Finn había insistido en conocer mi edad.

— 18.

— ¡Oh! Al menos tenemos la misma edad.

—  No he terminado — Sonreí nerviosa —. La cuestión es que, 18 años tienes tu.

Asintió esperando que continuará.

— Y yo tengo, la fabulosa cantidad de ¡16!

Recargó su cabeza sobre la mesita.

— Jack me matará.

No llegaría a ese punto, ¿Que era lo peor que podía pasar? Solo que nos dejara de hablar en toda su vida.

(...)

— ¿No crees que deberías comenzar a contarme tus planes? Ahora tengo miedo de ser secuestrada.

Veníamos en el auto, el solo comenzó a reír.

— ¿Haz intentado esquiar?

— ¿Intentas matarme? — De nuevo comenzó a reír.

— No. Quiero que seas mi novia ¿Por qué te mataría?

No paso ni un segundo cuando mis mejillas se tornaron rojas.

— Te ves linda así — Está vez ni si quiera lo mire —. Sonrojada

— Para de hacerlo, para mí no es divertido.

Después de un rato ya estábamos en una montaña, hacía bastante frío y había un par de familias aquí.

— Que lindo es esto.

Finn observaba el paisaje con ambas manos sobre su cintura.

— Sin duda, pero parece bastante peligroso — Me asome un poco por la bajada —. Mi vértigo no ayuda.

— ¿Si fuera peligroso esa niña lo haría?

Una niña pequeña estaba esquiando, sonreía como nunca he incluso gritaba por la atención de su madre.

— Bueno, se ve que ella sabe cómo hacerlo — Me tomo de la mano llevándome hasta una banca para ponerme todas las protecciones necesarias.

— ¿De nuevo serás mi instructor?

— No, está vez, aprenderemos juntos.

— Finn — Llame su atención, iba a intentar persuadirlo y talvez hacerlo cambiar de opinión.

— No, _______, no lo intentes. Puedo leer tu mente.

— Por favor, esto me da más miedo que el skate — Tome su mentón e hice que me mirara —. Por favor, Finn.

Negó—. Será divertido.

No lo sería, sufrir no es divertido.

— Por favor...— Me debatí entre continuar o no mi oración, pero finalmente lo hice —. Bonito.

Me miro pensando durante algunos segundos.

— De acuerdo, pero no es por el hecho de que hayas utilizado un sobrenombre en mi contra.

— ¿Seguro?

— Seguro — Miró hacía otro lado —. Fue más como un adjetivo calificativo, uno muy realista.

— Te odio.

Está vez me miró alzando una de sus cejas.

— Eso no parecía anoche mientras dormías.

¡Dime qué no hable dormida!

— Pero justo ahora no es "anoche".

— ¡Exacto! Justo ahora tus brazos no están al rededor de mi torso — Sonrió de una manera muy coqueta —. Y tampoco siento tu respiración sobre mi cuello.

Y de nuevo lo había logrado, el calor se apoderó de mi.

(...)

— De acuerdo, uno a la vez.

Nos encontrábamos en una pista de hielo, nuestras manos iban juntas intentando encontrar el equilibrio perfecto entre ambos.

— Pronto estaremos en un show de talentos — Dijo mirando nuestros patines moviéndose sincronizados — Y cuando el show termine nos aventaran rosas y nosotros diremos "Este premio va dedicado a..."

— ¿Necesitan ayuda? — Un chico se acercó a nosotros cortando los motivadores sueños de Finn e interrumpiendo sus alucinaciones.

— Muchas gracias, estamos bien — Rodó los ojos.

El chico se fue.

— Arruina sueños — se quejó —. ¿No pudo dejar que terminara mi increíble fantasía? El final era la mejor parte y tuvo que meter su cuchara.

Comencé a reír, Finn parecía molesto pero no del todo serio.

(...)

Era tarde ya, al rededor de las 9 pm, Finn conducía en dirección a la residencia Grazer.

Ya estábamos a unos cuantos centímetros.

— ¿Puedo preguntarte algo? Está vez soy yo quien quiere saber — Asintió —  ¿Por qué decidiste regresar? Creía que me odiabas.

— Bueno, te lo dije — Estacionó el auto —. No solo la promesa que te hice, también...— Apagó el auto y me miró.

— ¿También?

— No lo sé. Sabía que debía buscarte, era tan extraño ver mis días sin ti o si quiera vagar entre la idea de llamarte.

Creía en el, pero buscaba no hacerlo, tenía miedo de que sucediera de nuevo.

— ¿Jack lo sabe? ¿Se lo dijiste?

Guardo silencio durante un minuto, mientras que yo sentía que aquel silencio había durado más de 5 horas.

— No. Bien, no exactamente — Al notar mi confusión hablo de nuevo —. No sabe que mi novia fue su hermana menor.

Sin duda era la respuesta que esperaba, Jack hubiera estado llamando todo el tiempo hasta que atendiera el teléfono, pero no sucedió.

— Espero verte pronto — Le dije para darle una sonrisa y abrir la puerta del auto.

— ¡Hey! No puedes irte simplemente así.

— ¿Que es lo que esperas? — Comenzó a reír.

— ¿No es obvio? — Mantenía su sonrisa.

— No lo haré.

— Está bien, estoy feliz de haber pasado estos días contigo.

— Yo también. Gracias Finn.

Baje del auto con una clara sonrisa, me gustaba pensar en la idea de estar una vez más con él.

¿Y si fuera al revés? (Finn Wolfhard Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora