A través de la máscara (DISPONIBLE EN AMAZON)

Capítulo 2

Llevo como dos horas hablando con mamá sin parar poniéndonos al día; extrañaba estos momentos que no sabes lo importantes que son hasta que no los tienes.

- Seda, Seda - entra Milo en mi habitación.

- Dime pequeño artista.

- ¿Puedes venir un momento?

- Claro, hablamos después mamá.

Milo toma mi mano y me conduce con entusiasmo hacia el interior de su habitación.

- ¿Qué opinas? - me enseña las paredes de su habitación llena de dibujos hechos por él.

- Serás un gran pintor, el mejor de tu generación.

- ¿En serio lo crees? - me pregunta con emoción.

Siempre le ha gustado saber que pienso con respecto a sus proyectos, al fin y al cabo, no tiene a nadie más disponible todo el día para él. Triste realidad.

- Claro que sí, has mejorado mucho. Tu técnica es fantástica - comento mientras observo de forma minuciosa.

- Esto es para ti - me entrega un retrato de nosotros tres y un dibujo de una chica similar a mi tomando medidas de un vestido de novia - sonrío de forma instantánea.

- Lo voy a colgar en mi oficina para que todos lo vean y se mueran de envidia porque yo, Seda Styles, tengo al hermano más guapo y talentoso del mundo - digo mientras lo muevo de lado a lado entre mis brazos.

- Para, me vas a despegar la cabeza del cuerpo - dice mientras ríe.

- ¿Monstruo de las cosquillas?

- Sedal - así me dice desde pequeño por la marca de champú.

Lo sé, muy ingenioso de su parte.

- ¿Qué Hilo? - y yo le digo Hilo por Milo.

Familia de diseñadores y modelos, ustedes entienden.

- Te quiero mucho.

- Yo también mi pequeño artista. Ahora dime ¿qué quieres?

- ¿Cómo que qué quiero? Nada. Mis acciones son humildes.

- Humildes mis ovarios Milo ¿Qué quieres?

- Hay una exposición de arte y quiero ir.

- Anja y ¿cuál es el problema?

- Papá.

- ¿Aún sigue con que el arte es una tontería? - asiente con la cabeza baja- No te preocupes, yo me encargo.

Papá nunca ha estado de acuerdo con que Milo sea un artista, dice que es sólo un capricho, pero como siempre está metido en su trabajo no se da cuenta de lo que hay a su alrededor, imbécil.

- Eres la mejor hermana del mundo.

- No tan rápido, yo también quiero algo a cambio - rueda los ojos.

- Que no me ruedes los ojos - le doy un golpe leve en el brazo.

- Auch. Maldita agresiva, eres una interesada.

- ¡¿Perdona?! ¿Y la moral? - reímos.

Si, definitivamente es bueno estar en casa.

( ◇ )

- ¡Nanaaaaaaa! - grito entrando a la cocina mientras salto a pasos cortos.

Tengo mi retraso, no me juzguen.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué gritas? - pregunta de lo más tranquila.

- Si grito desesperadamente ¿no se supone que tendrías que está asustada o preocupada? – cuestiono.