◇ Seda Pov ◇
- ¿Quieres un café o algo?
- No, gracias. Nos conocimos hace años ¿cierto?
- Así es. Viniste aquí en busca de respuestas según me contaste.
- ¿Respuestas?
- Querías saber sobre una niña nacida el 26 de abril de 1999.
Esa es la fecha de mi cumpleaños.
- ¿Por qué?
- No lo dijiste, sólo que tenías que averiguar sobre esa niña.
- ¿Averigüé algo?
- La última vez que te vi te pasaste todo el día en el archivo y de repente tomaste unos documentos y saliste corriendo, te veías muy alterada y afectada pero no me dijiste nada. Sólo desapareciste. Esa fue la última vez que te vi. Intenté buscarte, pero fue en vano.
- Fue cuando tuve el accidente, luego me fui del país dos años y volví hace unos meses.
- Eso lo explica, pero luego de que te fueses a los pocos días, recuerdo que escuché una conversación de la madre superiora con un hombre con los mismos ojos que tu pero los de él estaban vacíos.
- ¿Qué decían Katia? – cuestiono consternada.
- Que todo estaba solucionado, que ella no volvería a venir aquí y no se acordaba de nada, esas fueron sus palabras.
- ¿Algo más? – pregunto con cautela.
- Si. Hace tiempo el tipo salió en una revista y la guardé, espera, aquí está, es este hombre.
No puede ser.
- ¿Katia estás segura que fue este hombre el que viste? – pregunto con la esperanza de que este equivocada.
- Muy segura ¿por qué, lo conoces?
Creía conocerlo, pero ya veo que no.
- Tengo que irme. Muchas gracias por tu ayuda Katia. Nos vemos por ahí.
Llamo un taxi y me dirijo hacia la empresa de Adom y mi hermano, necesito soporte.
- Buenas tardes señorita Seda - me saluda la secretaria.
- Hola ¿qué está pasando aquí?
- La oficina es un caos. Al parecer nos demandaron.
¡¿Qué?!
- ¿Dónde está Adom y mi hermano?
- En la oficina del señor Adom.
- Gracias y pide dos hamburguesas, una ensalada y bebidas para nosotros.
- Enseguida.
Toco la puerta.
- ¡¿Quién mierda es?!
- El amor de sus vidas – afirmo.
La oficina es un desastre. Papeles por todas partes, Adom y mi hermano con las mangas de las camisas remangadas, despeinados.
Una sexy crisis de moda total.
- ¿Qué haces aquí hermanita?
- Necesitaba distraerme, pero veo que no es el mejor momento.
- ¿Que mierda te pasó en los nudillos? – me pregunta Adom con tono serio.
- Puessss ¿puede que haya golpeado a un maleante por defender a un niño?
ESTÁS LEYENDO
A través de la máscara (DISPONIBLE EN AMAZON)
RomanceLo bueno de las máscaras es que sólo te reconoce quien siempre te miró a los ojos.