- ¿Quieres tomar algo?
- Me daré una ducha primero ¿vale?
- Está bien ¿Quieres algo específico para cenar?
- No tengo hambre - alza la ceja - digo tengo muuuuucha hambre, tanta que me comería a un elefante.
- Dale a la ducha anda, yo me encargo de lo demás.
- Vale.
Me doy una merecida ducha de una hora y ya relajada y vestida con una camiseta que le robe a Adom voy hacia la sala. Toda la comida ya está en nuestra mesa ¿Hamburguesas?
- Dejaré de ser vegetariano por un día - le dedico una sonrisa de boca cerrada y nos sentamos a comer.
- ¿Cómo sabías donde estaba?
- Fred me llamó, le dije que te detuviera, pero, fue una petición absurda de mi parte.
- Lo fue. Nadie mejor que tu sabe cuan poderoso es mi poder de convencimiento.
- Mi error. No me dijiste que boxeabas.
- No lo hago, fue espontáneo.
- Está bien si no me quieres decir.
- Vale. Mi teléfono vibra ¿puedes alcanzármelo?
Me lo entrega, pero nuestros dedos hacen contacto, miramos nuestros dedos y luego nos miramos a los ojos.
¿Cómo pude olvidarte?
- Ejem. Dime Carlos - le doy una mirada a Adom que se está entreteniendo calculando las calorías que está comiendo mientras la hamburguesa paga el precio de su tensión y celos cuando la sostiene demasiado fuerte - Si, está casi listo, sólo me faltan los últimos detalles. No te preocupes, tu novia será la más linda que hayas visto nunca - Adom me mira y yo solo sonrío - Vale, adiós y gracias por la rosa de caramelo, me encantó, sin duda es un buen postre para tu próximo restaurante - cuelgo y miro a Adom - Era Carlos, nos invitó a su boda.
- Yo ...
- La próxima vez pregúntame y métete en la cabeza que pueden existir muchos, pero yo siempre te voy a elegir a ti - me levanto y voy hacia mi habitación.
- ¿Por qué? - me detengo y volteo.
- Porque tú eres el sueño que elegí hacer realidad - y con esas últimas palabras me encierro en mi habitación a diseñar un vestido que no tengo ni empezado y como no, actuar como si nada hubiese pasado y que estoy bien. Tengo un doctorado en eso de fingir que todo está bien cuando no lo está.
( ◇ )
- Algún día se enterará y te dejará.
- Eso es mentira, no sabes lo que dices. No lo conoces como yo.
- No tengo que conocerlo ¿Quién en su sano juicio estaría con la persona que le quitó sus sueños?
- Eso es mentira, mentira, mentira.
- ¡MENTIRA!
- ¡Seda! - abro los ojos.
Estoy toda sudada y mi respiración es un desastre. Fue una pesadilla.
Adom me abraza, pero no me muevo. Se separa y limpia mis lágrimas. Irónico, el chico que está limpiando mis lágrimas es al que se las causé.
¡Deja de auto lastimarte!
- Seda ¿quieres que me quede?
¿Qué clase de pregunta es esa?
- Por favor - digo aterrada.
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A través de la máscara (DISPONIBLE EN AMAZON)
RomanceLo bueno de las máscaras es que sólo te reconoce quien siempre te miró a los ojos.