Habían pasado ya unos meses desde que el karma tocara la puerta de Seda en aquel ring admitiendo que Adom, el chico al cual ella le había quitado las ganas de soñar en el pasado había hecho exactamente lo mismo con ella. Así lo veía ella " el karma de los cojones me pasó factura" y lo aceptó como algo que, simplemente tenía que suceder.
Luego de tomarse un tiempo para reflexionar sobre todo lo acontecido desde que lo conoció y descubrió que era Shadow tomó la decisión de enfocarse únicamente en entrenar para las grandes ligas y así recuperar su título y acabar con la zorra china de una vez para poder cerrar esa parte de su pasado de una maldita vez.
Adom se enteró de lo que pretendía hacer y al principio no estuvo de acuerdo, el miedo a perderla era superior a cualquier cosa, pero tuvo que ceder pues Seda no iba ni estaba dispuesto a serlo. Intentó convencerla, pero fue en vano, pero a cambio de que no insistiera más le propuso o más bien le impuso que él sería su mánager y entrenador.
- No quiero.
- No me importa lo que quieras. Si vas a presentarte voy a entrenarte y prepararte yo. Nadie más.
- Tienes que entrenar para tus combates y no tendrás tiempo. No soy una niña y Alexander puede ...
- No. Voy a entrenarte yo y así de paso yo entreno también. Punto. No voy a discutir sobre esto contigo.
Seda sabía que si había alguien igual de terco que ella era Adom por lo que tuvo que aceptar.
El primer paso fueron los outfits.
Eso fue toda una contienda.
- Este no, este no, este tampoco - decía Adom mientras sacaba de la cesta la ropa que Seda había elegido.
- No vas a elegir sobre mi ropa. Asique este sí, este sí y este también.
- Como quieras. Ya veremos si los encuentras después.
- No vas a llevarte esa camiseta Adom.
- Si la voy a llevar.
- Veremos si la encuentras.
Como ven, los dos nada que ver, se odian y no les importa absolutamente nada la vida del otro. Nótese el sarcasmo.
. Outfits ✔
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El segundo paso fue conseguir aparatos para entrenar en casa, no terminó bien tampoco. Fue toda una batalla con heridos incluidos.
- Necesitamos pesas, barras ... bla bla bla.
- No cojas esas pesas, estas son mejores.
- No, estás son mejores.
- Le pregunté al encargado y estas son mejores ¡hazme caso!
