Capítulo 5

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- Hola chicos - digo al sentarme en la mesa que apartamos en una de mis cafeterías favoritas.

- Hey Seda ¿Cómo estás? - me pregunta Alan.

- Estresada, pero pasará. Necesito su ayuda.

- Dinos para que somos buenos.

- ¿Seda? - miro interrogante a la camarera frente a mí.

- ¡¿Judith?! – exclamo con emoción - ¿Cómo has estado? - nos damos dos besos y un abrazo.

- Ya sabes, hecha un lío, pero ahora soy la dueña.

Judith y yo somos amigas desde el colegio. Sus padres eran los dueños de la cafetería, todos los viernes veníamos a mandar a la mierda la dieta, era nuestro ritual junto a Sergio y mi hermano. Que tiempos.

- Me alegro mucho por ti.

- ¿Lo de siempre?

- Lo de siempre - le dedico una sonrisa genuina.

- Lamento la tardanza - interviene el idiota de la habitación sentándose frente a mí.

Ahora somos Honey, Alan, el idiota, mi hermano y yo.

- No importa. Seda ¿que tenías que decirnos?

- Necesito su ayuda.

- ¿Que pasó Seda?

- Nada Carter, problemas con Raúl.

- ¿Qué te dijo está vez?

- Nada diferente. Que soy una buena para nada, que sin su dinero no soy nadie, esas cosas - todos se queda en silencio - Pueden hablar chicos, no me afecta, en serio.

- Está bien, todos sabemos que Raúl es alguien ... peculiar - dice el idiota - ¿En qué podemos ayudarte?

- Necesito encontrar un edificio para montar mi boutique, un edificio de tres pisos.

- Interesante, continúa – me dice con notorio interés.

- En el primero tengo pensado tener los vestidos, exhibirlos y eso. En el segundo montar un taller de costura donde ejecutaré junto a mi equipo los vestidos y en la tercera planta ...

- Tu oficina y tu lugar de inspiración donde podrás crear y diseñar todo lo que te pase por la cabeza – termina mi oración.

- Exacto idiota.

- ¿Idiota?

- No me se tu nombre ¿recuerdas?

- ¿Como que no Seda? Te hablé de él - me dice mi hermano.

- ¿A mí?

- Él es Adom – dice con obviedad.

- Espera ¿él es Moda al revés? - todos reímos.

- No me hace ni puta gracia.

- Pero miren nada más - digo con asombro fingido - el señor nunca he cometido un error en mi vida sabe decir groserías.

- Ja ja - le tiro un beso.

- No te enfades, no te puedes enfadar con la chica que te ayudó a realizar el proyecto más importante de la compañía - digo imitando su voz - Por cierto ¿cómo les fue?

- ¡Increíble! Fue fantástico. El hombre quedo impresionado – dice Carter.

- Sobre todo con la idea de Adom - comenta Alan.

- ¿Idea? ¿Qué idea?

- Al chico se le ocurrió la idea de construir la piscina encima de la planta ¿no es genial?

A través de la máscara (DISPONIBLE EN AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora