◇ Seda Pov ◇
Sergio y yo siempre hemos sido los mejores amigos, somos como almas gemelas. Nos conocemos desde kínder y por nuestros padres ya que ambos tienen negocios juntos. Sergio ha sido un pilar para mí, un soporte, mi protector. Ha sido mi cómplice en todas mis locuras y travesuras y viceversa, siempre ha sido leal y servicial.
Cuando nuestros padres nos anunciaron el compromiso no sabría decir cuál de los dos estaba más sorprendido y molesto porque si algo teníamos en común era que odiábamos que tomaran decisiones por nosotros.
Nos dimos cuenta de que no podríamos hacer nada y que al fin de cuentas no era tan malo pues hubiese sido peor si nos hubiésemos casado con desconocidos, además, éramos mejores amigos ¿qué podía salir mal?
Lo intentamos, de veras que sí, pero no funcionó, éramos demasiado iguales como para encajar y tal vez eso que dicen de que algunas almas gemelas tienen que romperse para poder encajar con otras es cierto.
No importa, lo que importa es que mi ex esposo me necesita y no le fallaré.
Aparco en la que fue mi hogar de casada algún día y entro ya que por razones obvias tengo la llave.
La casa, bueno, para que ser modestos la súper mansión está como la recuerdo y es que ¿por qué cambiarla si mis gustos son excelentes? Hay fotos de nosotros por todas partes y eso me da a entender que no se ha cambiado ni movido nada en estos últimos años. Sin duda los es deberían tomar ejemplo de nosotros.
- Buenas tardes Elda - me dirijo a la mucama de la casa.
- Señorita Seda cuanto tiempo, me alegro de verla.
- Lo mismo ¿Cómo está?
- Nervioso y devastado, no sé qué le sucede, está en su antigua habitación.
- Gracias Elda. Prepáranos nuestra quita de emergencia como en los viejos tiempos.
- Enseguida.
Subo las escaleras rumbo a nuestra antigua habitación y entro sin tocar, me siento a su lado en la hamaca que está en la terraza.
La imagen que ven mis ojos me destroza.
Sergio está con un vaso de wiski y los ojos rojos, ha llorado, tiene la mirada perdida y eso me lástima, nunca por más mínimo que sea nos acostumbramos a ver a las personas que amamos así de destrozadas.
- Atrapasueños - me mira y sólo basta un segundo para que corra a abrazarme y refugiarse en mis brazos, su lugar seguro. Sus lágrimas toman el control y empieza a llorar - Shhhh llora mi pequeño, estoy aquí.
Así nos pasamos no sé cuánto tiempo hasta que para de llorar, pero no deja de abrazarme.
- Está empeorando, los doctores dicen que no le queda mucho tiempo.
Sólo eso basta para que se me estruje el corazón también. La abuela Madi.
La abuela Madi es la persona más dulce y cariñosa que he conocido nunca. Crío a Sergio desde que era un bebé debido a que sus padres siempre estaban de viaje; la conocí desde pequeña también, era como otra mamá para mí, siempre le contaba todo, cuando se enteró que nos casaríamos se emocionó muchísimo, decía que tal vez así nos daríamos cuenta de nuestros sentimientos de una vez por todas. Para Sergio, Madi es su vida y si se va no sé qué podría pasar con Sergio, se derrumbaría y rompería en pedazos, pero
- Siempre estaré a tu lado. Afrontaremos esto juntos como siempre y pase lo que pase tendrás a tu esposa para apoyarte y cuidarte. No te
abandonaré nunca Sergio, quiero que lo entiendas. Te amo mucho ¿ok? Todo lo que y afecte me afecta a mí también, estamos juntos en esto ¿vale?
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A través de la máscara (DISPONIBLE EN AMAZON)
RomanceLo bueno de las máscaras es que sólo te reconoce quien siempre te miró a los ojos.