Capítulo 26

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Capítulo 26.

Se fuerte, no llores mas y vive tu más grande sueño
Y solo así
Podrás brillar.
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Apenas pronunciaste aquello, los ojos del rubio se cristalizaron; no, no derramó lágrimas, simplemente las retuvo. ¿Estaba lastimado? Si, muy lastimado, tanto que se sentó en el suelo, pegando sus rodillas a su pecho, tratando de procesar aquella información tan cruel y repentina.

-¿T-Todo fue una mentira? -Te pregunto con voz entrecortada, escondiendo su cara entre sus piernas.

-Katsuki lo siento... Yo solo quería que vivieras feliz -Le dijiste arrepentida.

-¿Pero era necesario hacerme daño? -Cuestiono con un nudo en su garganta- ¿Por qué no me dijiste desde un principio?

-Soy parte de tu cerebro, sabía cómo ibas a reaccionar y eso me atemorizó, lo siento...

-¿Crees que esto es justo? -Te pregunto- ¿Ah? ¡DIME! -Gritó.

-¡No, ya se que no es justo, pero quería hacer feliz!

El cenizo no sabía que pensar, técnicamente su propia mente le había jugado con la traición; pero... ¿El de verdad deseaba seguir viviendo? No, esa era su respuesta concreta; el no quería vivir en un mundo donde los héroes le traicionaron, donde su madre vendió su cabeza al matadero y el amor de su vida era tan inexistente como la razón original del porque existían los héroes.

Mentiría si te digo que Katsuki no pensó antes en el suicidó, las veces que aparecías más tiempo en sus sueños, era debido que aquel corrosivo pensamiento que se apoderaba de sus mente; tú lo sabias, sabias que aún que le dijeras aquello, en este punto no estaba decidió en irse.

-Yo ya fui feliz aquí... -Susurró.

-¿Entonces, eres feliz aquí? -Preguntaste tomando su mano- ¿Aun que sea solo un sueño? -Necesitabas saber su respuesta.

-(T/N) este sueño será eterno -Afirma besando tus mejillas.

-No -Negaste a punto de romper en llanto- No permitiré que te alejes de camino que debes de seguir.

-¿(T/N) pero de que hablas?

Ahora estaba más confundido que antes; dejaste ir un suspiro con los ojos cristalizados, te arrodillaste ante él y le pediste que te abrazara, cuando abrió sus brazos. Tu dudaste ante lo que harías, pero era eso o nada.

Mordites tu labio inferior con fuerza y golpeaste el pecho del rubio; con tanta fuerza que pudiste sentir los huesos de su tórax romperse contra tus nudillos. Bakugo se asombró y sus ojos se llenaron de lágrimas; mientras una delgada linea de sangre bajaba de la comisura de sus labios, hasta su mentó, dejaste que su cabeza chocara contra tu hombro.

¿Te sentías falta? Si, pues con las palabras que te dijo te sentiste peor.

-Yo siempre te amaré, aun que tu me olvides y dejes de querer -Susurro con un pequeña sonrisa, dejando que el dolor se lo fuera llevando- Gracias por amarme...

La dueña de mi sonrisa (Bakugou X lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora