Capítulo 27

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—¡Vamos, Katsuki tu puedes!

Me alentaba mi madre afuera de la sala de cuidados intensivos, el doctor me ayudaba a caminar de nuevo; esto era una verdadera mierda, no podía dar ni dos pasos sin tambalear. Había pasado una semana desde que desperté, tu no habías vuelto a mis sueños y eso me preocupaba, sentía miedo de perderte.

—¡Ay esto es una basura! —Grite harto, soltando las muletas.

—¡Hey te puedes caer, tarado! —Me regaño la enfermera que me cuidaba, tomandome de las manos y mirándome con molestia— Debes seguir el tratamiento al pie de la letra Bakugo, si no ¿Como volverás a ser un héroe? —Me dio en mi punto débil.

—¡Ya paseme esas malditas porquerías, en menos de lo que tu ganas de sueldo yo estaré caminando! —Me miró ofendida, para darme las muletas.

—Si las vuelves a soltar, te daré una jodida andadera.

—Que si, bruja floral.

Ella quiso insultarme pero solo se dio media vuelta, sonreí divertido; era muy gracioso hacerla enojar, más si me metía con su Quirk, era el de curar heridas con flores especiales que crecía en su cabello.

Aburrido de ser solo un jodido imbécil, sin poder caminar como era debido; suspire y mire a mi madre con determinación, solté las muletas aprovechando que la bruja floral no estaba cerca. Mi madre se puso pálida iba a entrar pero negué mirandola mal, yo iba a llegar a hasta ella solo.

Di un paso tambaleando, como si del puto Bambie se tratara; esto de aprender a caminar nuevamente es jodidamente difícil, ahora entiendo porque de niño me caía tanto. Negué apartando mis pensamientos para seguir dando pasos pausados y cortos, logrando llegar hasta mi madre sin caer, ella me miraba con una sonrisa, antes de abrazarme.

—¡Lo lograste Katsuki! —Me felicito, acariciando mi cabello con ternura.

Desde que desperté, ella se había vuelto más cariñosa y es algo raro para mí; nunca me dio la suficiente atención cuando era niño, me culpo de mi propio secuestro en Yue y dejó que un medicucho de porquería me drogara. Debería tenerle tanto odio y rencor, pero no era así, por alguna razón no podía odiarla a ese nivel, solo era una leve molestia.

Correspondí su abrazo algo gustoso, escondiendo mi cabeza en su cuello y hombro.

[...]

—Entonces Denki metió la lengua en el enchufe eléctrico y quemo todo el sistema de la residencia —El rubio soltó una carcajada al escuchar tal estupidez.

—Maldita sea con ese estúpido —Dijo riendo.

—Aizawa-sensei luego lo amarró por dos horas fuera de la residencia.

Su risa era clara y alta, hace mucho el pelirrojo no había escuchado a su mejor amigo reír de aquella manera, ni cuando Izuku se callo de las escalares; el de verdad estaba riendo con ganas y felicidad, como si algo dentro de él hubiera sido renovado.

Cuando el rubio cesó su risa, mirando divertido a su amigo pelirrojo, si que habían pasado muchas cosas desde su insistente; algo que agradecía profundamente es que su amigo pelirrojo haya protestado para que pararán las clases hasta que él estuviera bien y pudiera volver a Yue con normalidad. Sin duda era el mejor amigo que todos deseamos querer.

—Oye Kirishima... —Llamó mirándole.

—¿Pasa algo? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame a la enfermera? —El rubio negó con una sonrisa divertida, coloco su mano en el hombro del pelirrojo.

La dueña de mi sonrisa (Bakugou X lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora