Estaba caminando aburrido por las calles, el cielo estaba nublado mientras una tormenta se acercaba; yo era el único que no tenía un paraguas para así poder resguardarse de la lluvia, a los pocos minutos comenzó a llover, varias personas estaban corriendo a los locales y poder cubrirse de la lluvia; fui la excepción.Camine hasta un pequeño café algo antiguo, siempre fui allí cuando me sentía débil; ese pequeño lugar me reconfortaba de muchas maneras, cuando entré, el dueño me recibió con una cálida sonrisa, mientras yo solo me limite a verlo de manera seria.
- Joven Bakugo es un gusto verle por aquí nuevamente, ¿Se encuentra bien? - Asentí mirando de reojo el local, casi todas las mesas estaban ocupadas.
- Oe... Creo que volveré después - Hice referencia al montón de personas, el negó rápidamente invitándome a pasar.
- Si lo dices por las mesas siempre guardo la tuya - Camine detrás de él hasta llegar a la ultima mesa, estaba en una esquina donde pocas personas podrían verme; sonreí inconsciente.
- Gracias viejo...
- No es nada, eres uno de mis clientes habituales siéntate ya le digo a una mis camareras que te traiga lo de siempre - Asentí de nuevo antes de sentarme en la silla mientras él viejo se retiraba.
Saque mi celular para ver mis mensajes tenia varios de la bruja preguntándome donde estaba, unos de pelos de mierda y el estúpido de Deku diciéndome algo sobre un trabajo; Solo apague mi celular, puse mis brazos sobre la mesa y luego puse mi cabeza mirando aburrido a las personas hablar de cualquier trivialidad.
- ¿Aburrido no crees? - me gire bruscamente por el susto encontrándome con una chica algo baja, cabello corto castaño y ¿un vestido?
- ¿Quien putas madres eres y que mierda haces hablándome bastarda? - Ella frunció su ceño cruzándose de brazos antes de sentarse delante de mi y sonreír.
- Soy (T/N) es un gusto conocerte - Me extendió su mano la mire detenidamente su piel era demasiado blanca casi podría jurar que no era real.
- Joven Bakugo aquí tiene - Antes de que pudiera responderle a esa estúpida llego la camarera dejando una taza de café negro y unas galletas de limón, luego sin más se fue.
- ¿Me das? - Apunto a mis galletas con cierta ilusión, solté un gruñido irritado.
- Maldita sea largo, ¿Por qué sigues aquí estúpida?
- Oye no seas así de cruel, me llamaste la atención y quise conocerte - Gire mis ojos con molestia, ella esta acabando con mi paciencia.
- Pues date cuenta que yo no, así que largo antes de que te explote la puta cara.
- No me iré, además ninguna particularidad puede herirme - Levante la vista de mi café hacia ella con una ceja levantada.
- ¿Esa es tu particularidad? - Asintió mirando sonriente - Es estúpida al igual que tu, Ahora LARGO - lo último se lo dije casi gritando, estaba apunto de explotarla pero ella negó tomando una galleta iba a gritarle pero metió repentinamente la galleta en mi boca.
- Deja de ser tan odioso nada te cuesta ser un poco más dulce - se metió una galleta a la boca mirando la ventana que estaba a unos cuantos pasos de nosotros.
- Mira perra tienes cinco segundos para desaparecer - Mis manos comenzaron a sacar chispas, ella solo sonrió acercando su cara hasta la mía casi rozando nuestras narices.
- Me voy pero solo porque estas a punto de despertar
- ¿Qué? - Le mire confundido, ella solo río besando mi nariz; sentí mis mejillas calentarse.
- Nos vemos Bakugo, espero tengas un buen día hoy.
Iba a reprocharle que se dejara de estupideces pero al parpadear estaba en mi habitación; desorientado del porque me encontraba allí mire a mi alrededor tomando el reloj de mi mesa de noche entre mis manos.
- Solo fue un sueño...
Me dije a mi mismo en un susurro, todo se sintió tan real, la imagen de esa estúpida llegó a mi mente; arrugue mi entrecejo con odio antes de tirar el reloj contra la pared, volví acostarme en mi cama enojado.
- Sueño estúpido.
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La dueña de mi sonrisa (Bakugou X lectora)
Hayran KurguSe enamoro de un alusión, de algo que no existía. Ella no era real solo aparecía en sueños, pero eso le bastaba a él para poder seguir luchando. Pero poco a poco una terrible verdad descubriría, luego de eso estaba seguro que no habría vuelta atrás...