Capítulo 22

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Les recomiendo leer este capítulo con la canción Dusk Till Dawn. Hasta el primer separador [...] y luego la de Drivers license

Hace mucho más emotivo y especial el capitulo.
Espero les guste y.... Van a llorar o sentirse tristes.
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Sus ojos pesaban, a la misma vez que se llenaban de lágrimas; estaba pasando de nuevo, estaba reviviendo aquel momento tan amargo que le había hecho llorar de frustración, respiraba con dificultad, su corazón latía ferozmente, mientras le suplicaba a su conciencia que no lo hiciera, que por favor no sea aquello, que todo menos eso.

-¡Estos son los ganadores del Festival deportivo!

Escucho que anunciaron, grito con el bozal puesto, comenzó a moverse desesperado, pero las cadenas no le dejaban libertad, no podía escapar; no podía luchar por su libertad, grito despertado, pidiendo que por favor le quitaran aquello, él no era un animal, no era malo.

-¡Miren al monstruo! -Grito alguien, señalándolo.

-¡Que estúpido se ve!

-¡Ja, al fin algo de diversión!

Bajo la mirada destrozado, sus lágrimas no tardaron en salir de sus ojos, los sollozos y jadeos eran silenciados por el bozal, en ese momento quiso desaparecer, quiso huir, abandonar su sueño; de la nada sintió como las cadenas se ajustaban nuevamente en sus manos. Grito desesperado y con miedo, moviéndose agresivamente, tratando de liberarse.

Las ataduras le hacían daño, estaban lastimando sus muñecas, grito pidiendo ayuda, que por favor tuvieran piedad; dejó ir un quejido lastimero al ver que nadie le ayudaba y simplemente festejaban el festival, sus piernas fallaron y cayó arrodillado en la plataforma, aun podía escuchar como era abucheado, como lo insultaban, lloraba desconsolado, sintiendo como su corazón era resquebrajado.

-Katsuki...

Levantó su mirada destrozada, encontrándose contigo, arrodillada enfrente de él, con una sonrisa tranquilizadora, sus lágrimas no dejaban de caer y él te pedía a gritos que le sacaras aquello, que por favor lo liberarás de su cruel maldad.

-Ya tranquilo -Susurraste.

Te acercaste a él y lo abrazaste, dejando que escondiera su cara en tu pecho, no te importo el dolor que sentías por culpa del bozal, necesitabas estar para él, necesitabas cuidarle, necesitabas ayudarle; de la nada el rubio sintió sus manos libre y su cara menos pesada.

Cuando se percató de aquello, te abrazo por la cintura, pegandote a él, escondiendo su llanto lastimero en tu cuello, tratando de olvidar todos sus miedos, queriendo escapar de su realidad; solo tu lograbas aquello, solo contigo había felicidad, muchas veces se preguntaba ¿De verdad, no puedes ser real? No, sabía que no era así, pero necesitaba de ti, por lo menos en sus sueños.

-Por favor no me dejes solo -Te pidió.

-Tú jamás volverás a estar solo, ahora que estoy aquí.

Le dijiste besando su cabello, haciéndole olvidar sus horrible pesadilla, una que le atormentaba desde aquel día, una que le perseguía casi siempre que dormía y una que siempre le carcome por dentro.

[...]

Despertó abrumado, hace mucho no tenía ese tipo de sueños, menos con el festival deportivo; giro su mirada al despertador, eran las seis de la mañana, bufo molesto, levantándose de la cama; tomó su celular, dándose cuenta que tenía un mensaje de su madre, si quiera lo vio, simplemente lo borró.

-Te dije que no sabrías más de mí bruja.

Murmuró para si mismo con odio, camino hacia el balcón y salió, el sol aún no salía, pero podía verse la ciudad con claridad; el breve recuerdo, de él cometiendo suicidio por tu muerte, le llegó a la mente. Hice una mueca de molestia ante tan mala jugada de su mente y miró hacia abajo, había pocas personas.

-¡Kenyiro! -Escucho el grito de una mujer asustada.

Levantado su mirada y aprecio como un pequeño niño caía de la azotea, de inmediato su insistió de héroe se encendió; activo su particularidad, lanzándose al vacío antes de generar una explosión para impulsarse hacia arriba, cuando el niño grito por miedo. El rubio lo atrapó entre sus brazos, pero él pequeño no dejaba de llorar asustado, temblando del susto.

-Mocoso, ya estas a salvo.

Informó dejándose caer hacia bajo, cuando tuviera cerca crearía una pequeña explosión, así ambos estarían a salvo y el daño sería mínimo. Cuando miro que solo faltaban tres piso activo su particularidad pero algo fallo, la chispa no fue lo suficientemente fuerte para detenerlo de caer, solo reducir su velocidad.

Katsuki abrió sus ojos con miedo, que había pasado, porque no funcionó, vio al pequeño, estaba emanando un aura azul; «Debe estar anulando mi Quirk» pensó desesperado y con mido, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver el suelo cada vez más cerca estaba, debían ya estar por el segundo piso.

Cerro sus ojos y apretó el cuerpo del niño contra él, debía proteger al pequeño, no importaba él, debía protegerle, costará lo que costará; un desgarrador grito fue arrancado de su garganta cuando su espalda choco con fuerza el suelo, escupió sangre con dolor; sentía como los huesos de su cuerpo se despedazaban, miró con mucha dificultad al pequeño, que sólo lloraba; sonrió llorando, estaba bien lo había logrado, protegió al niño.

-Que bien que estas ileso -Murmuró con lágrimas, su voz estaba baja y entre cortada.

Podía escuchar los gritos de las personas a su alrededor, perdió la fuerza en sus brazos y soltó al niño, el pequeño estaba bañando en la sangre de su salvador, cosa que lo hizo llorar más; los gritos de las personas y de ayuda, se hacían cada vez más lejanos.

-Bueno, por lo menos logré ser un héroe -Murmuró cerrando sus ojos, las lágrimas no dejaban de salir.

El pequeño soltó un estruendoso chillido, llamando la atención de los héroes y enfermeros, a penas miraron el estado del rubio se asombraron; lo subieron rápido a la camilla, estaba perdiendo mucha sangre.

-¡Aun lado! -Gritó uno, corriendo con la camilla.

Las personas se juntaron muy rápido, evitando el paso de los héroes y médicos que habían llegado, ahora pedían permiso con urgencia, si no se iban podrían perder al rubio y se negaban a eso.

-¡Si no, nos vamos tendrá un paro cardiorrespiratorio! -Gritó otro.

Estaban cerca de la ambulancia pero aún así, las personas no dejaban pasar, un héroe de apoyo que vio esto, ayudó a mover a las personas rápidamente, subiendo la camilla donde estaba el rubio a la ambulancia.

-¡Lo vamos a perder, su pulso está muy débil! -Exclamó preocupada la doctora que iba en la ambulancia.

El conductor, piso el acelerador, no iban a perder un adolescente que había salvado un niño, no lo iba a permitir; la doctora trataba de que el rubio se quedara en ese mundo y rezaba para que no hubiera un paro cardíaco, se le hacía casi imposible aquella acción, estaba perdiendo mucha sangre, pero aún no se rendía, no iba a permitir que el rubio muriera allí.

-Resiste chico, por favor falta poco, no te vayas.

Le pidió la doctora preocupada, sus manos estaban llenas de sangre, había logrado detener un poco la hemorragia, pero seguramente debía tener una o dos costillas rotas, un pulmón pinchado y algún órgano fallando, caer de más de ocho metros y estar aún respirando, si que era algo anormal, ya ni su corazón debería estar latiendo a estas altura del problema.

Pero no, él seguía allí, su corazón latía débilmente, dándole una pequeña esperanza o eso pensaba la doctora.

-¡SE DETUVO SU CORAZÓN, LO PERDEMOS! -Grito el enfermero a su lado.

La dueña de mi sonrisa (Bakugou X lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora