Sam Wilson (¿La hermanita del hormiga) (+18)

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¿La hermanita del hormiga?

Precaución:+18

Espero que te guste liz_pad

-¿Y tú eres?

-Alex Lang.

-¿La hermanita del hormiga?- Asintió. -Por la forma de la que hablaba de ti juraría que eras una niña.

-Pues no lo soy pero para él parece que no crezco. Bueno, ¿y tú? Me suenas mucho pero no sabría decir tu nombre. Eres de los Vengadores, ¿verdad?

Haciendo una reverencia burlona y sonriendo divertido dijo: Wilson, Sam Wilson a su servicio, hormiguita.

La joven abrió mucho los ojos muy sorprendida. Abrió la boca para hablar pero antes de que pudiese alguien se le adelantó.

-Oh vamos, hermanita, me has decepcionado mucho. Tan fan de Falcon y ni le reconoces. -La pequeña de los Lang se sonrojó y le pegó un codazo a su hermano aunque este siguió hablando.- Todos les gustan Tony o Steve pero a Alex siempre le encantaste.

La chica no sabía a quien mirar, estaba muerta de vergüenza en cambio, Sam la miraba divertido y Scott lo contaba muy entretenido sin darse cuenta de la situación en la que estaba su hermana.

Los tres estaban en una fiesta que Tony había organizado para darle la bienvenida a Ant-man al equipo. Los Vengadores, curiosos, invitaron a la hermana de este tras haber oído hablar, muchísimo, de ella.
Clint, benevolente, acudió a la ayuda de la joven llamando al causante de tal vergüenza para ver si podía levantar el martillo de Thor.

La chica solo quería que Falcon olvidase el ridículo que había hecho pero en cuanto ambos se quedaron solos se dio cuenta de que este no tenía intención de pasarlo por alto.

-¿En serio, fui tú favorito?

Ella asintió sintiéndose incapaz de pronunciar palabras, seguía roja de la vergüenza y creía que tenía un aspecto ridículo.

Para Sam, la chica era muy guapa y dulce. Además, el hecho de que el hubiese sido su Vengador preferido hacía que tuviese en más alta estima a la joven.

-Pero,...¿Por qué?

-Eres Falcon: puedes volar, luchas fenomenal, eres divertido, te tomas las cosas con humor, a diferencia de Tony o de Steve o de Natasha eres normal, podrías ser mi vecino o alguien que trabajaba conmigo pero que a pesar de ello es un héroe, sabes lo que es una vida normal y podrías tenerla pero luchas para que otros la tengamos, estás a la sombra de otros más famosos y poderosos pero eso no te frena ni te afecta,...- Dijo todo eso sin pensar y le miró por primera vez desde que Scott la puso en evidencia. Esperaba ver vergüenza ajena, asco o algo por el estilo en los ojos del Vengador pero había cariño, admiración y diversión.

-Me encanta haber conocido a mi mayor fan. Pero lo que ella no sabe es que yo también he conocido a mi favorita. -La chica enrojeció aún más si era posible.

(...)
Habían bailado, reído, bromeado y hasta cantado.

Él, coquetamente, se acercó más a la joven y acercó los labios a su oreja.

-¿Seguirías con esto en otro lado más tranquilo?-Ella le miró esperando ver diversión en sus ojos pero solo vio deseo y lujuria.

Alex, para responder aquella pregunta que hacía que el corazón le fuese a mil por horas, le besó. Sam le recibió encantado. Rodeó su cintura con sus brazos atrayendola hacia si.

-¡Pollo frito, podéis ir a tu cuarto! ¡No te queremos ver hacerlo! -Ambos se separaron avergonzados, Sam no se acostumbraba a las intromisiones molestas de cierto multimillonario.

Toda la sala los miraba aunque había una mirada que mataba, la de Scott pero poco les importó a ambos en este momento. El Vengador cogió de la mano a la pequeña de los Scott y echó a correr riendo. Corrieron entre risas hasta la habitación, parecían niños que acababan de hacer una travesura pero la diferencia era que ellos la iban a hacer ahora

Sam abrió la puerta, haciendo una divertida reverencia dejó entrar primero a la chica, tras ello entró y cerró la puerta. La joven se le acercó y él no pudo reprimir el impulso de besarla. Se veía tan guapa bajo la luz de la luna. Alex le rodeó el cuello acercándose más mientras que Sam acariciaba su espalda baja. El beso se iba tornando más apasionado y la ropa empezaba a sobrar. Sam en dos movimientos rápidos se quitó la chaqueta y la camisa, la chica se quedó admirando el torso desnudo del Vengador y aún sin creerlo lo acarició lentamente bajo la atenta mirada del moreno. Sam no quería quedarse atrás y, con el permiso de la chica, le quitó la blusa, dejando su sujetador a la vista. Sin romper el beso, el Vengador, con gran habilidad, le retiró el sostén y empezó a darles atenciones a sus pechos ya erectos.
Acarició, mordió, pellizcó los pezones escuchando los gemidos de Alex. Sin dejar de atender a la chica, la dejo caer en la cama y fue besando su abdomen hasta su centro aún vestido. Miró a la joven pidiendo permiso, ella asintió suavemente. Sam rápidamente le quitó las bragas y besó su vagina provocándole gemidos a la joven. Escucharla gemir y saber que era él quien provocaba eso en ella le excitaba más de lo que nunca pensó.

-Por...fa...vor- Él sonrió enterrando más la lengua en su entrada mientras con los dedos jugueteaba con su clítoris.-Me...voy...a...correr

Como respuesta aumentó la velocidad hasta que la chica se corrió en su boca. Él tragó todos los fluidos lamiendola haciendola gemir.

-Estás deliciosa, cariño. -Subió depositando besos por su abdomen y cuello hasta sus labios, ahí le besó. Sin romper el beso, se quitó la ropa interior y se puso un condón (sigo sin saber como pudo hacer dos cosas a la vez bien).- ¿Estás segura?

-Sí, tranquilo. -Dijo la chica acariciando la mejilla del moreno. Alex continuó con las caricias mientras Sam la penetraba muy lentamente. Una vez que entró entero, paró y se quedó acariciando a la chica mientras ésta se acostumbraba al tamaño.- Ya puedes moverte, Sammy.

El Vengador levantó las cejas ante el diminutivo pero no contestó y empezó a moverse provocando los primeros gemidos/gruñidos a ambos. Se agarró fuertemente de las caderas de la chica y fue aumentado la velocidad de las embestidas a la vez que llevaba una de sus manos al clítoris de la hermana de Scott, él cuál estaba ya hinchado y sensible. Fue poner un dedo ahí y la joven gemir.

La habitación estaba inundada por los gemidos de ambos hasta que un grito de placer, que anunciaba que Alex se corría, interrumpió los gemidos.

-Venga, pequeña, correte. -Pidió Sam con una voz ronca que excitó más, si era posible, a la chica. Aumentó la velocidad de sus movimientos en el clítoris hasta que ella se vino y poco después él.

-Alex. ¿Dónde estás? -Ambos escucharon la voz de Scott en el pasillo.


Siento muchísimo haber tardado tanto pero estoy teniendo problemas tanto emocionales como familiares y se me complica para escribir tanto por falta de inspiración como de tiempo para ello.

Gracias por la paciencia

Espero que os haya gustado.

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