16.

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— Señor necesita calmarse, debe dejarnos hacer nuestro trabajo y esperar las 48 horas para poder poner a su hijo en la lista de desaparecidos.

Me acerqué algo incómodo viendo a un policía de espaldas hablar con mi padre que en cuanto me vio dejó al uniformado con la palabra en la boca y corrió hacia mí.

— ¡Park Jimin! ¡¿Dónde te habías metido?!

No se veía molesto, se veía preocupado y realmente aliviado de verme y abrazarme. De repente una sensación de culpa se formó en mi estómago y tuve que tragar saliva para calmarla.

— L-lo siento papá yo...

— ¿Estás bien? ¿Y esa herida?—me tomó del brazo justo viendo la pequeña herida que me había hecho recogiendo los vidrios de la ventana de Yoongi.

— Estoy bien papá— dije mientras veía de reojo a los policías. — Te contaré todo adentro, ¿de acuerdo?

Me apresuré a entrar a casa y en cuanto lo hice la mirada de mi hermano me atrapó con una carga de molestia pura.

— No sabes lo preocupados que estábamos Jimin, fuimos a la casa de tus dos torpes amigos y ninguno sabía nada.

Guardé silencio y lo vi negar.

— Mi papá ya tiene suficientes problemas con las deudas como para que te pongas a tener la rebeldía que jamás tuviste antes.

— No es rebeldía— dije mientras lo miraba atento.

— Pues eso espero, vete a dar una ducha, luces horrible.

Formé una mueca y subí las escaleras casi corriendo. Debía admitir que realmente lo que había hecho estaba mal. Muy mal.

Pero a pesar de eso no me arrepentía.

Entré a mi habitación, sólo por mi toalla y para poner a cargar mi celular mientras me bañaba.

Seguramente no haría nada el resto del día más que dormir, estaba tan cansado...

Luego de salir de la ducha, vestirme y recibir un sermón de al menos una hora por parte de mi papá, prometiendo que no saldría más sin avisarle o si quiera comunicarme con él, pude por fin dejarme caer en mi cama, soltar un profundo suspiro y relajarme un poco.

Últimamente había tenido tantas cosas en las cuales pensar que había llegado a tener un dolor de cabeza crónico, el estrés jamás había sido parte de mi vida diaria.

Ni siquiera cuando murió mi mamá me enfrenté a tal cosa, aquello claro era porque tenía apoyo de parte de mi familia.... en esto estaba sólo.

Miré mi celular y recordé que anoche le había dado mi número de celular a Yoongi pero aún no tenía ningún mensaje de él, eso aunque lo negaba muy dentro de mi sabía que me había desanimado.

Por lo que dejé mi celular en la mesa de noche y me di la vuelta en mi cama viendo a la ventana. Ya estaba anocheciendo.

Luego de unos minutos donde sólo pensamientos vagos pasaban por mí mente, la pantalla de mi celular se iluminó junto con un sonido de notificación.

Dos segundos pasaron para que lo asimilara y me diera la vuelta más rápida que pude para tomar el aparato y encenderlo.

Mi sonrisa se dibujó sola en cuanto leí aquel mensaje.

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