FINAL

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— Gracias por acompañarme Tae— dije mientras nos sentábamos en la sala de espera del hospital. Después del viaje recibí una llamada donde agendaban mi cita para quitarme el bendito yeso.

Y aquí me tienen, esperando junto a Tae mi turno.

Estaba emocionado por volver a tener mi brazo sano de vuelta pero también tenía algo de nostalgia porque hice tantas cosas con él.

Conocí a alguien especial, me enamoré, tuve mi primera pelea, golpeé a Jungkook muchas veces, me salvé de hacer muchas cosas en la escuela.

En fin, tantas cosas que realmente extrañaría pero permanecerían en mi memoria para siempre. Solté un suspiro viendo el yeso que aunque estaba algo feo pues no fui muy bueno cuidándolo, tenía ese brillo que me hacía sonreír al verlo.

Nunca nadie me escribió nada, no se dio la ocasión ni tampoco fue que tuviera muchas.

— Park— me llamaron desde el consultorio y yo asentí levantándome junto a Tae quien cargó mi mochila.

Solté un suspiro y entré con algo de nervios pues no sabía si me dolería o algo así, no tenía idea de cómo era el proceso.

— Toma asiento chico— pidió el doctor mientras acercaba una bandeja con varios instrumentos que observé con curiosidad.

Me senté en la camilla y me quité la chaqueta verde que llevaba puesta y que distraídamente le había robado a Yoongi esta mañana. — Uhm, doctor ¿Esto me va a doler?— pregunté viendo con los ojos muy abiertos la pequeña cierra circular que tomaba.

— Para nada Jimin, tú brazo debe estar sano y listo para salir de ahí, sentirás extraño al principio pero pronto te acostumbraras.

Me relajé un poco y miré de reojo a Taehyung quien estaba en su celular bastante ocupado. El doctor preparó sus instrumentos y en cuestión de minutos escuché el sonido de la cierra.

— Relájate— pidió el doctor en cuanto vio mis reflejos, tomó mi brazo y comenzó a pasar la cierra con sumo cuidado por en medio del yeso, cuando la línea se marcó, giró el brazo para ahora hacer lo mismo en la parte de mi antebrazo.

Miré como el yeso se iba cortando poco a poco y sentí mucha emoción al notar que casi salía por completo.

— Bien, ya casi estamos— murmuró el doctor tomando unas tijeras. Las metió en el extremo del yeso y cortó las uniones que quedaban en ambos lados. Luego de eso utilizó un instrumento que no supe muy bien qué era, separó los dos lados y sentí la más grande de las satisfacciones al ver mi brazo salir.

Sonreí moviéndolo un poco y sintiendo algo de cosquillas al instante. Esa parte de mi piel se veía algo más blanca y tenía las marcas del yeso aún.

— ¿Cómo lo sientes?— preguntó el doctor.

— Algo adormilado pero no me duele— avisé sin poder despegar mi vista de mi brazo. Taehyung se acercó y me miró con una sonrisa.

— Jimin tu brazo está blanquito— mencionó con una risita y yo asentí.

— Uhm, muchas gracias Doctor— dije observando el yeso en la mesa. — Cuidaré mi brazo de ahora en adelante.

— Eso espero— mencionó el hombre de bata blanca.

Me levanté tomando mi chaqueta y mi mochila para salir del consultorio pero la voz del doctor me detuvo. — Ah, Jimin... creí que no te habían firmado el yeso pero veo que sí.

Fruncí el ceño confundido y me regresé en ese instante viendo al doctor cortar el pedazo del yeso, me lo extendió y lo miré con suma confusión.

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