capítulo treinta y uno: culpa.

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−¿Quisieras saber del arte, o te gusta más diseñar cosas, quizás sitios webs? ¿O más de la moda? − Seulgi se mostraba atenta con la menor de los Bae, quién se había pasado por la oficina al día siguiente luego de haberle escrito a Seulgi

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−¿Quisieras saber del arte, o te gusta más diseñar cosas, quizás sitios webs? ¿O más de la moda? − Seulgi se mostraba atenta con la menor de los Bae, quién se había pasado por la oficina al día siguiente luego de haberle escrito a Seulgi.

−Mm.. un poco de las dos. − Yerim mira a su alrededor, aburrida. −Me gustaría estudiar afuera, en otro país, sé que en Estados Unidos están las mejores escuelas de moda y artes, ¿No?

−Sí. − Seulgi asiente, olvidando la cantidad de dinero que consecuentemente iba a tener Yeri −Pero todavía falta un tiempo, tienes un año entero para elegir.

−Lo sé, pero supongo que ya sabes cómo es Irene. − suspira −Quiere que tenga la vida resuelta desde aquí a diez años.

−Bueno.. − se mordió la lengua −Igualmente es tu vida, tú podrás hacer con ella lo que quieras. No debes dejar que nadie decida tu destino. − dijo decidida.

−Ya se, siempre termino haciendo lo que me da la gana. − Seulgi se rió.

−Eso no debe gustarle mucho a tu hermana.

−Oh no. − Yeri se recuesta en su asiento, mirando la puerta cerrada de la oficina de su hermana. −¿Sabes qué hago aquí? − mira a Seulgi y está niega −Prendí fuego una de las aulas de mi instituto. Fue como mi cuarta expulsión. Al final mi madre se cansó de mí así que me mandó aquí.

−¿Y por qué prendiste fuego una de las aulas? − Seulgi la miraba atenta y Yeri se sorprendió por el interés de la mayor en vez de escuchar un regaño.

−Porque.. Nos hicieron abrir una rana en el laboratorio, y yo no como animales, así que tuve que vengarme. − respondió con una mini-sonrisa −No sabría decirte si me arrepiento o no.

−Es una crueldad eso y ni siquiera soy vegetariana. − frunce el ceño −Entonces.. ¿Te gustan los animales?

−Me encantan. − Yeri la miro por primera vez, con ojos emocionados.

−Podrías dedicarte a la veterinaria, o fundar refugios y rescatar animales, incluso ir de excursión por la selva y ayudarlos.

−No había pensado en eso. − Yeri la miró mientras se ponía pensativa −Me encanta viajar.

−Siempre hay algo de lo que puedas vivir haciendo lo que te gusta. − aconseja.

−¿Sabes una cosa? − Yeri se endereza mientras la mira con atención −Me caes muy, pero muy bien. Las otras secretarias que yo conocí eran aburridas y apenas me dirigían la palabra. − Seulgi suelta una carcajada.

−Bueno, pero si tu hermana llega a salir y ve que estamos muy tranquilas charlando va a echarme.

A lo lejos Joy volvía a llegar tarde, esta vez mostrándose por demás coqueta con una empleada del piso. Después de todo, para ella era muy fácil coquetear.

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2022 ⏰

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