A Irene lo único que le importa es el dinero, a Seulgi, una oportunidad.
Irene es una empresaria exitosa que a sus cortos veintiséis años heredo la empresa de su padre recientemente fallecido. Seulgi es una muchacha de veintidós años que estudia art...
Nota: No me maten</3, estuve con exámenes pero por suerte sobreviví. Gracias por comentar todos los días la historia, me hacen muy feliz añskal. Se vienen muchas cosas, si aman a Joy van a amar a Yeri<3 y presten atención a los detalles~ Probablemente actualice mañana<3
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Para Seulgi, tenerse que inventarse una excusa para esa noche y que Joy se lo crea le sentaba mal. No era secreto de nadie que no sabía mentir bien; se ponía nerviosa, sudaba, tartamudeaba. Se le daba mal. Pero había quedado con Joy para cenar, una cena pagada indirectamente por Irene, y seguía siendo lo mismo.. solo que sin Joy.
Algo que no había asimilado por completo todavía.
Mientras estaban en el edificio en construcción, estaba casi ausente. Lo único que pensaba era qué se iba a poner, pero sobre todo qué se iría a poner Irene. Irene arreglándose por ella. Para ella. De solo pensarlo se le erizaba la piel.
Joy daba órdenes a todo el mundo como si fuese la jefa mientras recibía miradas lascivas por parte de Irene. Se preguntó de repente porque veía la necesidad de ponerle una excusa a Joy.
¿Acaso ellas dos no eran cómo hermanas?
¿Por qué Irene no querría que Joy sepa que iban a tener una cita?
Eran muchas dudas las que rondaban en su cabeza, la hacían sentir nerviosa. Lo cierto era que cuando tenía que ver con Irene, no tenía nada claro. Irene era una persona muy reservada, muy cuidadosa con todos los aspectos respecto a su vida personal, la hacía preguntarse porque le gustaba tanto alguien así.
Pero a fin de cuentas no importaba el porqué, lo cierto era que le gustaba Irene.
Mucho.
Para cuando abandonaron la construcción, había un buen ambiente en el equipo, pese a la noche anterior. El edificio iba muy bien, Seulgi podría incluso considerarlo más grande que el de Corea. Además, con ayuda de Joy, pudo cargarle datos a su móvil.
−¿Te gusta? − Joy se acercaba a Seulgi, con unos anteojos de sol que parecían costar más que su armario entero –Creo que está muy bien, me sorprendió.
−A mi también.. Es muy grande. − concuerda.
−Te espero a la noche, ¿Okay? − solo se necesito eso para que los nervios se dispararán en Seulgi, quién solo asintió.
−Claro. − dijo y le salió de forma dudosa, pero su amiga no reparó en eso.
A su vuelta al hotel, Joy siguió a Irene hasta su suite. La mayor no emitió palabra ni queja. Sabía que su amiga de toda la vida iba a indagar después de verlas hablando hacía algunas horas, pero sabía que decirle que iba a tener una cita con Seulgi iba a ser para problemas. Conocía bien a su amiga, y a pesar de que ambas tenían un carácter fuerte, Irene sabía que había cosas que no debía de tocar.
−¿A donde vas? − Joy miraba a Irene abrir la maleta.
−Voy a salir. − fue escueta –No te voy a dar detalles.
