20.

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Antes de poder observar a su atacante, alguien lo empujó lo suficientemente fuerte para que su espalda rebotara contra la pared. Tweek se paralizó al sentir más de una voz riéndose de él, sabía que nunca podía ganar ante un grupo.

Red lo agarró con fuerza del hombro mientras Bebe apoyó su brazo en el otro lado del cuerpo de Tweek. Estaba encerrado. Miró al rededor con desesperación, Stan no estaba allí. No solo ya no lo protegería, si no que se prestaba a atacarlo.

Su corazón se había terminado de romper. ¿Cómo era posible que lo engañara de esa forma?

—Estás siendo muy molesto. Primero te metes con el chico de Wendy y ahora me quieres robar a Craig. ¿Qué mierda quieres probar? —rugió Bebe.

—Deja de creerte mejor que nosotras —siguió Red.

Bebe lo agarró del cabello y golpeó su cabeza contra la pared, dejándolo inmóvil allí. Tweek estaba temblando, no sabía cómo actuar, si las golpeaba probablemente harían algo para dejarlo mal delante de todos. Lo único que agradecía era que no tenían la misma fuerza que Clyde o... Craig.

—Di que lo dejarás en paz. Tú mejor que nadie sabes que le das asco —Bebe escupió sus palabras como si lanzara veneno—. Solo te habla porque lo ayudaste.

Tweek odiaba que de una forma u otra siempre terminara golpeado por culpa de Craig. Podría jurarle a Bebe que no le volvería a hablar y solo terminar el asunto. Si Craig era el que provocaba todos los problemas en su vida tenía que desaparecerlo completamente.

Craig le debía mucho, podía pedirle ese favor.

—Contesta, estúpido—gruñó la pelirroja.

Tweek aún mantenía el suficiente orgullo para no darles la satisfacción de la razón. No iba a contestar a menos que lo hicieran sangrar. Movió lenta y disimuladamente la mano hacia su mochila, antes de que volvieran a golpearlo apoyó el teaser que le regaló su madre en la fina garganta de Bebe. El ruido chillante de la electricidad se unió al grito de Red mientras abandonaba a su amiga.

Bebé pareció petrificarse y luego cayó al suelo siendo incapaz de moverse. Su boca se abría más de lo normal en busca de aire mientas sus ojos se llenaban de lágrimas.

Tweek la observó pasmado por algunos segundos. Estaba horrorizado de él mismo. Salió corriendo al instante, sin quitarse de la mente a Stan ni a Craig. Le fue inevitable verlos como lo peor del mundo en ese momento. Ambos lo lastimaban.

Los odiaba.

Salió afuera, Craig lo miró con cierta preocupación.

—¿Qué ocurrió? —le preguntó al acercarse.

Tweek lo ignoró, tomó su bicicleta al instante y se alejó a pesar de que Craig gritara su nombre. No quería verlo, no quería ver a Bebe ni a ninguna de las chicas. ¿En que situación de mierda se había metido por hacerle caso?

No, realmente no quería lidiar con nuevos acosadores. Ya no quería estar días esperando a que que sus moretones se sanen y deje de doler.

No quería volver a sentir miedo.

Sin embargo, ¿Craig era realmente culpable de lo que acababa de ocurrir? ¿O lo era Stan? Se detuvo a mitad de la calle, frotó su cabello para traer claridad a su mente. Estaba confundido.

No te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora