- Buenos días ¿Que temprano te has despertado, no?- dijo algo sorprendida Zoe, mirando dirección a la puerta entre abierta de la habitación. Eran las seis de la mañana y en las semanas que llevaban viviendo juntas Keyla nunca se había despertado a esa hora.
- La cadena del baño me ha despertado- respondió sin muchos ánimos. Sus ojos estaban medio cerrados y rojos, aún tenía las pestañas llenas de lagañas y su cabello estaba medio recogido en una coleta que había improvisado antes de levantarse.
- Siento haberte despertado- la policía se deslizó a un lado del sofá, cargando en sus manos un vaso de leche caliente a medio terminar, invitando a la rubia a sentarse a su lado.
- Está bien, tengo hoy cosas que hacer así que me vendrá bien haberme levantado temprano- y tras decir eso se puso una mano en frente de la boca y bostezó- ¿Tienes trabajo ahora? ¿No tenías ayer turno de tarde-noche?- ahora Keyla tomaba asiento justo en sitio que Zoe había dejado vacío, para que justo después de hacerlo la policía rodeara su hombro con poca sutileza y Keyla se aproximará un poco más a ella para dejarle un beso entre la mejilla y los labios.
- Ah, si, llegué a casa a la una de la madrugada ¿No te acuerdas?- Zoe rememoraba en su cabeza con un poco de diversión lo que había pasado hacía tan solo cinco horas atrás.
- Mmm... ¿Me hablaste? Nunca me acuerdo cuando estoy medio dormida- respondió sincera. Keyla no se acordaba de haber escuchado algo, mucho menos de mantener una conversación.
- Si, te dije si te podías poner a un lado de la cama.
- Oh ¿Y lo hice, no?
- Ojalá, me tocó moverte a tu lado para que nada más me acostara volvieras a ponerte en el medio.
- ¿En serio? Lo siento, no estoy acostumbrada a compartir cama.
- No te preocupes, ahora en invierno me gusta tener una fuente de calor. En verano ya veré que inventamos para no achicharrarnos.
- ¿En verano?- preguntó algo curiosa la pequeña que se había girado un poco para que Zoe la pudiera ver levantando una ceja.
- Quiero decir... si tu vives aquí, aún claro, y nosotras continuamos funcionando pues... ¿Dormiremos juntas, no?- Keyla no dijo nada, apartó la vista y miró el anuncio que estaban poniendo en la tele en aquel momento, uno cutre de champús ¿Zoe creía que lo suyo iba a durar tanto?
No había que malinterpretar a Keyla, ella deseaba que Zoe estuviera en lo cierto, pero no tenía confianza de que su especie de relación durara mucho más que unos pocos meses.
- Supongo que tendríamos que comprar varios ventiladores para no pasar calor- dijo finalmente. Zoe primero la miró asombrada y luego levantó levemente las comisuras, visiblemente aliviada.
- Entonces no tengo que preocuparme ya de un ataque de calor.
*****
El autobús se detuvo, haciendo que tuviera que cogerse un poco más fuerte de la barandilla y que un par de personas que habían detrás chocarán contra ella. Suspiró, como odiaba las horas puntas.
Antes podía ir a pie al cementerio, estaba a diez minutos de su casa, pero ahora que estaba en casa de la policía ir caminando suponía estar una hora para ir y otra volver. Así que la opción más viable era el autobús.
Una vez bajo del autobús inhaló, dejando que sus pulmones se helaran. Buscó su teléfono y vio la hora, las 9:37. Se le había hecho tarde, el jodido autobús era demasiado lento.
Aceleró el paso hasta una pequeña tienda, entró por un par de minutos y salió con unos bombones en su mano. Se quejó un poco saliendo de la tienda, diciendo que los precios habían vuelto a subir. Luego fue lo más rápido que pudo hasta la floresteria y con el dinero que le quedaba compró rosas, tres para ser exactos.
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Efectos secundarios
RomancePausada. Los recuerdos dolorosos son algo que todos queremos olvidar, aquel trago amargo de la vida que tenemos que pasar, pero sin ellos no seríamos lo que somos. Zoe solo quería olvidar y Keyla quería recordar hasta el más mínimo detalle para pode...