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7 de febrero, almacén abandonado
12:25

- Buenas- saludó Keyla entrando a aquel bajo abandonado donde se reunía con sus amigos.

- ¿Por fin te dignas a aparecer?- dijo en modo de broma Samuel acercandose un poco a la recién llegada.

- Hubiera venido antes si tan solo hubiese podido mover un músculo.

- Oh ¿Y esa bufanda?- habló algo sorprendido de ver a su amiga con una prenda de ropa nueva, llevaba años conociéndola y nunca había aparecido con algo nuevo.

- Es para el brazo- fue la vaga respuesta que dio sentándose en un sillón viejo y medio roto- ¿Y Joshua?

- Está por ahí perdido, lleva sin aparecer casi una semana por aquí- respondió una chica que estaba tumbada en el suelo fumando, Maya, otra de los conocidos de Keyla- ¿Tú no sabes nada, Cenicienta? Estabas liada con el.

La antes nombrada solo negó con la cabeza con la vista fija en la puerta.

A Keyla le extrañó bastante este hecho, Joshua solía estar más tiempos con ellos que en cualquier otro sitio, pero decidio no darle importancia.

- Vaya mierda- habló otra vez Maya tirando su cigarro al suelo- Me voy a dar una vuelta, si alguien quiere venir que venga pero que no joda- un par de los presentes se levantaron y se fueron con ella dejando solos a Keyla, Samuel y la que tenía como apodo Cenicienta.

- Esos dos parecen sus perros guardianes- se burló Samuel de los dos que se habían ido con Maya.

Pero Keyla no le estaba prestando atención y la cenicienta solo levantó la vista al techo sin decir nada.

- Tengo que ir a hacer unas cosas- dijo la rubia levantándose y ajustándose bien aquel gorro rojo de invierno que siempre llevaba encima- Nos vemos mañana.

Keyla empezó a caminar dirección a la fábrica donde había ocurrido el asesinato en busca de pruebas. Necesitaba entrar allí y sabía la manera perfecta de poder hacerlo.

Una vez llegó sonrió y saco de su mochila una pequeña libreta antes de entrar.

- Buenas tardes- saludó haciendo que varios trabajadores se girarán a verla- Buscó al encargado que estaba este miércoles.

- Sigue recto y luego gira a la izquierda, ahí debe de estar, preciosa- Keyla hizo una mueca de asco pero agradeció al hombre por la información.

Caminó hasta donde le decía, fijándose en el ventanal que había en el segundo piso, la entrada secreta de allí aún estaba abierta. Luego miró hacia la derecha, aún quedaban algunos rastros de la sangre.

- Buenas tardes.

- No puedes entrar si no trabajas aquí- dijo aquel hombre de espaldas a Keyla haciendo su trabajo.

- Vengo del instituto para hacer un pequeño informativo, ya sabes, todo el mundo está bastante asustado por lo que ha pasado en el barrio- mintió. Nadie se asustaba ya por otro cuerpo más, cada dos por tres había uno nuevo.

- Bueno, supongo que puedo hacer una excepción. ¿Que quiere saber?- aquel hombre cambio de parecer cuando se giró y se encontró cara a cara con la rubia.

Keyla sonrió para sus adentros y cuando fue a hablar una voz bastante conocida la interrumpió.

*****

7 de febrero, comisaría
8:45

- ¿Nada? ¿Las cámaras de seguridad no han captado nada?- preguntó Zoe pasando sus manos por el pelo. Estaba bastante estresada, llevaba ya dos días sin dormir- Volver a revisarlas, todas- y tras decir esto desapareció de aquella sala para ir a recepción y sentarse en una silla.

Efectos secundariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora