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14 de abril, almacén abandonado

Keyla cruzó la puerta de metal medio oxidado encontrándose directamente con varios rostros familiares.

- Buenas- le saludó a sus amigos sentándose encima de unos cartones.

- Es raro verte por aquí a estas horas- el que habló fue Samuel, que jugaba con su mechero- ¿Problemas en el paraíso?

- No sabía que te interesara mi vida amorosa ¿Hoy venían todos, no?- el chico asintió, dejando el mechero a un lado solo para mirar a su amiga- Genial. Quiero comentar algo.

- ¿Algo grave?

- Algo que nos veíamos venir ya- Keyla sacó de su bolsillo un cigarrillo y se lo puso en la boca- ¿Me das fuego?

- Una fumadora sin mechero ¿Cómo se te olvida?- se burló lanzando su mistera hacia Keyla.

- Tengo que comprarme uno, el que gastaba ha dejado de funcionar- se excusó.

- ¿Entonces todo bien con tu nueva novia?- trató de picarla un poco, viendo cómo su amiga se ponía un poco nerviosa a la hora de encenderse el cigarro.

- Supongo. Todavía tengo que contarle muchas cosas y... Tengo miedo de involucrarla demasiado.

- Ella ya está dentro del ajo ¿No me dijiste que era la amiga de Jackson? Ocultarle las cosas solo ara que desconfien mas de ti.

- Supongo que tienes razón. ¿Cuando van a tardar?

- No mucho, supongo- y como si sus palabras fueran mágicas, Maya y otros dos, sus guardaespaldas no oficiales, cruzaron la puerta entre unas risas.

Maya se sorprendió cuando vio a Keyla allí, desde la semana pasada no se veían y había estado realmente preocupada por la pequeña.

- ¿Problemas en el paraíso?- repitió la pregunta que le habia hecho Samuel, haciendo que rodara los ojos.

- Al parecer ese es el único motivo por el que puedo estar aquí ¿No?

- No has aparecido en casi una semana, así que es lo único que se me ocurre- Maya tomó asiento en un barril vacío que estaba anclado al suelo.

- Tengo noticias... No muy buenas ¿Dónde está la Cenicienta?- preguntó al no ver por ningún lado a la que era la novia de Joshua.

- Ni idea, lleva también tiempo sin venir- contestó esta vez uno de los chicos que acompañaban a Maya a todos los lados. Keyla se anotó mentalmente ir luego a la casa de la cenicienta para hablar con ella- ¿Que querías decirnos?

- Han cerrado el caso de Joshua, definitivamente.

- Vaya sorpresa, policías no haciendo su trabajo- exclamó Maya, cruzada de brazos- Lo que me hubiera sorprendido era que lo mantuvieran más tiempo abierto.

- El caso está todo resuelto, desde el punto de vista policial, no tiene más sentido mantenerlo abierto- trató de calmar un poco las cosas Keyla. No quería discutir, no después de ya haberlo hecho con Zoe la noche anterior.

- Oh ¿Ahora que tú novia es policía los defiendes?- pero al parecer no había manera de hacer callar la boca a Maya

- Maya, podemos hablar un segundo, a solas- miró a Samuel y a los otros dos hombres que habían en la habitación.

- Estaremos en el otro lado del almacén- dijeron saliendo de allí. Keyla tomó aire una vez se quedaron solas, mirando directa a su ex.

- ¿Que demonios tienes en contra de Zoe? Creía que ya se te había pasado la tontería.

Efectos secundariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora