𝑫𝒆𝒔𝒑𝒊𝒆𝒓𝒕𝒆 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒈 ••𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏••

|43 Paso a la felicidad|

Después de la emotiva propuesta de noviazgo, JiMin y YoonGi iba de regresó a la residencia con sus sentimientos a flor de piel a causa de los recientes sucesos.

Ninguno de los dos podía ocultar su felicidad y alegría, cada uno se sentía dentro de un sueño del cual no querían despertar.

Cuando llegaron a su destino y entraron a su hogar no esperaron encontrarse a todos los demás chicos despiertos esperándolos en la sala. Absolutamente todos estaba al tanto de la sorpresa que le tenía YoonGi a JiMin y el propósito de ésta, ya que Jin no logró ocultarle nada a su pareja y terminó gritando a los cuatro vientos lo que estaba sucediendo.

Al verlos llegar con un enorme peluche, globos y rosas entre sus manos no tardaron en gritar y festejar sabiendo que una nueva pareja se había formado dentro del grupo. Y tanto el castaño como el pelirrojo se sonrojaron ante tanta atención.

Jin, HoSeok y TaeHyung eran los más emocionados en saber a detalle cómo YoonGi le propuso ser su pareja a JiMin, y entre sonrojos mal disimulados el menor relato como sucedió todo, recalcando lo romántico y cariñoso que se comportó el pálido rapero.

En otro lugar de la sala a tan solo unos cuantos metros se hallaban los demás felicitando a YoonGi por ser aceptado.

Siguieron conversando hasta entrada la madrugada y cuando el sueño comenzó a hacer su aparición cada uno se fue marchando a su habitación dejando al final solo a la nueva pareja.

JiMin: Estoy muy feliz Hyung. — Se refugió en el pecho del mayor. — Soy demasiado feliz. — Repitió somnoliento, a punto de caer dormido.

YoonGi: Yo también soy feliz. — Contestó arrullando a su pequeño novio.

Novio.

Todavía no podía creer que después de tantas tristezas, enojos y sufrimiento por fin podía sentirse pleno y feliz junto a JiMin.

JiMin: YoonGi Hyung ¿Puedo dormir contigo?

A pesar de que no era la primera vez que dormía juntos no supo cómo describir con palabras lo que sintió cuando ambos se recostaron en su cama. La calidez en su pecho era más reconfortante y abrumante que quiso llorar felicidad ante la sensación.

Los brazos que rodeaban su torso se aferraban a su pijama entre sueños, señal de que JiMin ya se hallaba dormido.

Repasó todos los hechos ocurridos durante los últimos meses, desde que había iniciado toda esa locura hasta la actualidad. Y aunque no estaba contento con algunas de sus acciones que lo llevaron a sufrir durante un poco más de cuatro meses podía decir que todo lo sucedido le había abierto paso a la felicidad que sentía ahora.

Y con esos últimos pensamientos se perdió en el mundo de los sueños, cuando el reloj marcaba las 1:51 am se durmió con una sonrisa sincera en su rostro.

[°°°]

A la mañana siguiente todos se levantaron con sus ánimos al tope, desayunaron entre risas y carcajadas como hace tanto tiempo no lo hacían y sobre todo disfrutaron sonrojar a JiMin y YoonGi con comentarios subidos de tono por el simple hecho de que había dormido juntos.

Ya en la empresa cada una de las parejas tuvo que mantener la distancia entre ellos, solo centrándose en sus deberes como idols fijándose que es lo que podían mejorar en cada paso de baile o en cada entonación de cada canción.

Cuando su día de trabajo finalizó, tanto JiMin como YoonGi se reunieron con el hermano y tía de primero en el hotel donde estos últimos dos se estaban quedando temporalmente. Y con una enorme sonrisa les compartieron la noticia del comienzo de su relación.

Charlaron por un par de minutos hasta que la puerta de entrada fue tocada.

Seoyun: Ya llegó. — Susurró a Ji–Hyun que sonrió cómplice junto a su tía.

Ji–Hyun: Iré abrir. — Dijo levantándose de su asiento.

JiMin: ¿Esperan a alguien? — Curioso le pregunto a su tía.

Seoyun: Algo así. — Trato de sonar indiferente.

Cuando pasos comenzaron a escucharse hacia su dirección, volteó para saludar a la persona que había llegado pero ninguna palabra salió de su boca al ver a la mujer frente a él.

JiMin: ¿Ma–Madre? — YoonGi se giró para ver a la recién llegada, quedando igual de sorprendido como su pareja.

HaNeul: Hola hijo. — Saludo notablemente avergonzada.

JiMin: ¿Qué–Qué haces aquí en Seúl? — No podía creer que ella estuviera ahí.

HaNeul: Quise verte y pedirte perdón.

JiMin: ¿Perdón? ¿Por qué?

HaNeul: Por cómo te trate la última vez que nos vimos. — Sus ojos se cristalizaron antes de volver hablar. — Nunca debí hablarte y correrte de esa forma. Te suplico que por favor me perdones.

JiMin: ¿Pero y mi padre?

Seoyun: Él está en la cárcel. — Contesto cuando su cuñada guardó silencio. — Cuando fuiste a mi casa en busca de tu hermano la primera vez casi una semana después fuimos a casa de tus padres y encontramos a HaNeul casi muerta en medio de la sala. Tu padre la golpeó hasta dejarla inconsciente y desangrando. — JiMin soltó un jadeo. — Fue una suerte que logramos encontrarla a tiempo.

HaNeul: Cuando los doctores me salvaron me di cuenta de que tu padre nunca cambiaría y que si no lo dejaba un día de estos terminaría matándome. — Continuó. — Por eso tomé la decisión de denunciarlo y meterlo a la cárcel... Decidí venir aquí a Seúl para suplicar que me perdones, no he sido una buena madre para ti ni para Ji–Hyun y quiero enmendar mis errores.

JiMin: No sé qué decir. — De pronto se sentía demasiado confundido.

HaNeul: No es necesario que me respondas ahora JiMin–ah, solo quiero poder estar contigo y tu hermano y volver a ser una familia.

JiMin: Yo no quiero irme de aquí. — Soltó a la defensiva, sosteniendo la mano del pelirrojo que observaba todo lo sucedido en silencio.

HaNeul: Y yo no quiero que regreses a Busan cuando ya tienes una vida hecha aquí. — Aclaro de inmediato. — No busco venir a arruinarte la vida hijo, sino que tu tía, hermano y yo estamos dispuestos a venirnos a vivir aquí a Seúl para estar contigo.

La sorpresa inundo su rostro y la mirada llena de arrepentimiento de su madre lo conmovió al igual que sus palabras. Quizás su verdadera felicidad estaba a la vuelta de la esquina, mucho más cerca de lo que imaginaba.