|12 Me gustas|

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Eran cerca de las tres de la mañana. Su caminar por el pasillo era tranquilo pues no tenía prisa alguna, con el plato entre sus manos detuvo sus pasos enfrente de la puerta de JiMin, soltó un suspiro antes de abrir la puerta y entrar.

La habitación casi se encontraba en oscuridad total sino fuera por los pequeños rayos de luna que se filtraban a través de las cortinas blancas. Dando un rápido vistazo a su alrededor retomo su camino acercándose a la cama del menor no sin antes cerrar la puerta detrás de él.

Dejo el plato en el buro que se hallaba a un lado de la cama, fijando después su mirada en su Dongsaeng que seguía durmiendo en completamente tranquilo sin notar al intruso en su habitación.

Tomo asiento en un espacio vacío sobre la cama. Detallo con su mirada el delicado rostro de su menor y acercando una de sus manos con cuidado comenzó a delinear las finas facciones de JiMin. Primero quitando con suma delicadeza el flequillo para poder admirar mejor lo pequeños ojos de su acompañante importándole poco que estos estuvieran cerrados. Después fue bajando su mano acariciando y tomando entre sus dedos las suaves mejillas con sumo cuidado para casi enseguida fijar su mirada en la respingada nariz dejando al final su parte favorita, los labios. Aquellos labios que no salían de su mente desde la semana pasada, aquellos mismos labios que siempre que veía le aceleraban el corazón desenfrenadamente, que provocaba que su garganta se secara, que sus ganas de poder besarlo aumentaran, pero sobre todo que cayera más por el portador de esos carnosos labios.

Estaba perdido. De eso estaba completamente seguro.

Proporcionado una suave y lenta caricia con sus dedos sobre los carnosos labios, se acercó con cuidado al rostro del menor hasta mezclar sus respiraciones y con una pizca de valentía acerco sus labios a los contrarios compartiendo un delicado roce entre sus bocas.

YoonGi: Me gustas. — Confeso en un suave murmullo con una pequeña sonrisa entre sus labios.

Cuando se alejó, dejo pasar unos minutos permitiendo que su acelerado corazón se calmara y asegurándose que estos ya no se escucharan, empezó a despertar a JiMin.

YoonGi: Minnie, despierta. — Y sí, por si se lo preguntaban era la primera vez que lo llamaba así. — ¿Minnie? — Comenzó a sacudir el cuerpo del menor sin llegar lastimarlo, aplicando solo la fuerza necesaria para poder despertarlo.

No paso mucho tiempo cuando JiMin comenzó a medio despertar.

JiMin: 5 minutos más. — Pidió entre sueños.

YoonGi: ¿Solo 5 minutos? — Cuestionó divertido.

No recibió respuesta, pero si logro que JiMin despertara.

JiMin: ¿YoonGi Hyung? ¿Qué hace aquí? — Confundido miro que se encontraba en su habitación ¿En qué momento regresamos de la empresa? Se cuestionó.

YoonGi: Vine a traerte la cena. — Señalo con su mano el plato que seguía en el buro. — No es bueno que duermas con el estómago vacío después de tantas horas de trabajo.

Agarro el plato entre sus manos tomando una pequeña porción de comida con los palillos y los dirigió a la boca del menor quien confundido miro el extraño comportamiento del rapero tratando de ignorar lo cálido que su corazón se sentía ante la atención que estaba recibiendo en ese momento.

YoonGi: Abre la boca JiMin–ah. — Y así lo hizo, abrió su boca y fue alimentado por su Hyung hasta que el plato quedo vacío. — Es hora de que me vaya. — Se levanto de su lugar dirigiéndose a la puerta con la loza sucia en sus manos. — Descansa JiMin–ssi.

JiMin: Igualmente Hyung. — Contesto todavía confundido.

¿Qué había sido eso? — JiMin.

𝑫𝒆𝒔𝒑𝒊𝒆𝒓𝒕𝒆 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒈 ••𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora