|15 Sr. Park|

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Aclaración:
Letra cursiva indica pensamientos del presente.
Letra cursiva y subrayado indica los recuerdos

○○○☆○○○

3:24 pm

Coreógrafo: Buen trabajo. — Felicitó sonriendo. — Ya terminamos nuestras primeras horas de ensayo chicos. — Detuvo la música. — Pueden ir a tomar su merienda, recuerden que solo tienen una hora, provecho.

Los chicos agradecieron al unísono antes de que su Sunbae desapareciera por la puerta cuando eso sucedió cada uno de los chicos se fueron por caminos diferentes, unos se había ido a su estudio personal y otros a comer a fuera.

TaeHyung había arrastrado a JiMin hasta un pequeño supermercado donde compraron comida empaquetada ya preparada y regresaron a la empresa encerrándose en el estudio del menor por decisión de JiMin ya que el suyo estaba alado del de YoonGi y por el momento no quería verlo. En todo ese tiempo JiMin se mantuvo callado contestando solo con monosílabos.

Miro sus manos como si en ellas pudiera encontrar todas las respuestas que necesitaba para poder tranquilizar a su intranquilo corazón, sabía que había hecho mal y su mente no deja de recriminárselo.

El dolor que sentía en su corazón era insoportable y tan solo empeoraba cuando tenía que sonreír ante los demás para ocultar todo lo que sentía, todo lo que le atormentaba y tan solo quería gritar a los cuatro vientos.

Sus ojos comenzaron a arder recordando todos los sucesos ocurridos hace menos de cuatro horas, sus piernas cosquilleaban por su deseo de correr a los brazos de su Hyung y suplicar que lo perdonara, pero no podía permitirse hacer eso ahora.

Porque las palabras de su padre seguían doliendo aún más.

La mirada fría llena de asco y repulsión que le había dedicado aquel hombre que decía llamarse su padre había calado en lo más profundo de su ser cuando lo había insultado el último día que fue a Busan a ver a su madre y hermano.

Me das asco que sea mi hijo.

Eres un maldito enfermo.

Eres una vergüenza para nuestra familia.

No me importa que sea mi hijo, tú nunca serás feliz.

Ahora más que nunca aquellas palabras llenas de malicia torturaban su mente repitiéndose una y otra vez, cada vez con más fuerza. Quizás su padre tenía razón ¿Por qué quien en su sano juicio podría sentirse amado por otro hombre? Eso no era normal, su padre se lo había gritado ciento de veces.

Estoy enfermo. — JiMin.

TaeHyung: ¿JiMin? ¿Te sientes bien? — Agarro de los hombros a su mejor amigo sacudiéndolo ligeramente logrando sacarlo de sus dolorosos recuerdos.

JiMin: ¿Qué? — Su mirada cayo en TaeHyung. — Me estabas diciendo algo ¿Verdad? — Su mirada solo se entristeció aún más. — Lo siento TaeTae... yo no te estaba escuchando. — Su voz finalmente rompiéndose comenzando a sollozar.

TaeHyung sin saber que estaba pasando, no dudo en atraer a sus brazos a JiMin tratando de brindarle apoyo y calor a su pobre amigo que se veía roto con tan solo mirarlo, algo demasiado malo le había pasado. JiMin no tardo en aferrarse al torso contrario.

TaeHyung: Ya, ya. Llora todo lo que quieras Minnie, desahógate. Pronto todo lo malo pasara. — Sus manos acariciaba la espalda de JiMin entregándole consuelo.

JiMin solo pudo sentirse más vulnerable por dejar que su mejor amigo lo viera de esa manera, destrozado y ahora no podía permitir que los demás lo vieran así. Durante los ensayos hizo lo mejor para siempre mostrarse tranquilo, tratando de no mirar la figura de YoonGi.

𝑫𝒆𝒔𝒑𝒊𝒆𝒓𝒕𝒆 𝑯𝒚𝒖𝒏𝒈 ••𝒀𝒐𝒐𝒏𝑴𝒊𝒏••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora