Losing You 3° Temp. My Boy || Kookmin ||

Capitulo 23: Perdón

Jinyoung.

Jackson acato mi pedido, había llamado a Jimin y a Jungkook, estos se notaban confundidos, no era para más estaba débil y lo que pedí fue hablar con ellos, eso solo hacia pensar una cosa.

- ¿Jinyoung? - Jimin se acercó a mí y tomo mi mano, el pequeño se veía mal, tenía un poco rojo los ojos y su nariz igual, lucía pálido.

- Hey - sonreí hacia el - todo está bien, estoy bien Minnie - solté este nego soltando un sollozo - Estoy bien - solté mirando a Jungkook se notaba culpable - no me mires así - le pedí este bajo la mirada.

- Le prometí a mi hermano que te cuidaría y no dejaría que te lastimaran.

- No tenemos todo en nuestras manos Jeon - me miró - siempre va a ver algo se nos va a escapar en algún momento, pero dependerá de nosotros dejarlo libre.

- Jinyoung- ví como una lágrima bajaba de su mejia, sonreí.

- Les llame por qué quiero que sepan esto, creo que ya es mucho tiempo el guardarme esto, JaeBeom lo hizo y se lo llevó a la tumba yo no quiero hacerlo - negue - no cuando se que esto puede ayudarte - mire a Kook.

- ¿Ayudarme? - su confusión era notable.

- Yo era prisionero de Tao - solté y sentí un nudo en mi garganta - no podría decir que era igual que JB o que tú con Jimin. Todo era diferente en ese lugar.

Flashback

Mucho tiempo atrás.

Yo tenía unos 17 años en aquel entonces, mi padres habían muerto en un accidente y yo apenas tenía para pagar mi comida, gracias a Dios tenía un lugar donde vivir.

Tan solo con 17 años empecé a trabajar en una tienda de convivencia de las 3 a las 6 de la tarde y en un restaurante de 8 a 12 de la media noche, no tenía miedo, jamás tuve miedo de pasar por ese lugar tantas veces, nunca fui seguido por nadie, eso hasta que un día salí como normalmente salía de ese lugar y tomaba la ruta de siempre.

Ese día me sentía un poco inseguro, sentía como si alguien me miraba y por veces escuchaba pasos a 5 metros lejos de mi, pensé que era mi imaginación pero no fue así, al caminar por aquella acera y doblar en aquella esquina esperando a que el semáforo cambiará su color, un auto se estacionó delante de mí y cuando quise retroceder y caminar de regreso dónde había llegado, un chico al parecer de 19 me sorprendió por detrás tapando mi boca con una franela que contenía algo con aroma fuerte, intenté safarme y correr mientras no inhalar la sustancia pero un golpe en mi estómago me lo impidió e inhale esa cosa que a los segundo perdí la conciencia.

Cuando desperté estaba en una habitación, sus paredes eran de un rojo sangre y su cama de el mismo color que las paredes con un toque en negro. Me asusté mucho como no tenían idea y como no tenerlo, estaba encadenado de manos y pies a cada extremo de la cama, forcejeaba sin éxito a poder safarme de las cadenas.

- Por mucho que lo intentes no lograrás safarte de las cadenas bonito - un habré de unos 20 años tal vez entro a aquella habitación con un traje negro, parecía caro.

- ¿Quien es usted? ¿Que hago aquí? ¿Dónde estoy? - mis preguntas eran rápidas y apenas las pude decir ya que el temor me tenía paniquiado.

- Muchas preguntas cariño y muy poco enseñas - tocó mi tobillo haciendo un camino hacia mi pierna la cual apretó y tocó sin pudor alguno.

- No me toque - moví mi pie con brusquedad negandome a su tacto.

- No te hagas el difícil cariño - ahora empezó a tocar más arriba de mi pierna.

- No me hago el difícil, no se quién es usted, solo se que me secuestro.