—¿Os habéis dado cuenta de lo idiotas que somos? —Dijo Sikio mientras seguíamos corriendo tratando de llegar al Mlowathi Pride.
—Ahora, ¿qué? —Le pregunté, yendo en vanguardia, con los ojos en blanco. Era como viajar con un niño chico que no para con la retahíla de "¿cuánto falta?"
—Debimos haber cogido un coche. A éste paso no llegamos en la puta vida.
Los tres nos detuvimos al mismo tiempo. Me ardían los pulmones por el esfuerzo. Mi corazón, sin embargo, me espoleaba para seguir.
—Sikio tiene razón. La fortaleza de Shaka y T aún está muy lejos— razonó Morani.
—Cojonudo, lumbreras... ¿Qué se os ocurre? ¿Volver a casa y pillar un coche?
—Eso tampoco. Igual podemos llamar y... ¿dónde está Hunter? —Sikio fue el primero en advertir su ausencia.
De repente escuchamos un motor que se puso en marcha y apareció de la nada un león conduciendo a tiempo que tarareaba a plena voz, muy desafinada, la Cabalgata de las Valkirias de Richard Wagner. Totalmente surrealista.
—¿Has venido conduciendo todo este tiempo? —Lo miré con ganas de estrangularlo.
—¿Has ido corriendo todo este tiempo con Timón y Pumba siguiéndote, Simba? — Arqueó la ceja.
Nos subimos enfadados y Hunter condujo hasta la fortaleza de nuestros tíos.
El ambiente era de una calma tensa. Shangrylah nos recibió y nos llevó rápidamente con T. Se veía maltrecho, como si se hubiera metido en una pelea.
—¡¿Qué coño hacéis aquí?! ¿Dónde están los demás?
—Se quedaron en Sabi Sands. Tenía que asegurarme...
—Escucha, cachorro. No aparezcas hasta que no te llame. La cosa no está como para ir haciendo el imbécil. Hay una amenaza ahí afuera y estamos intentando determinar de dónde viene. Hasta entonces no pintáis nada aquí. Agradezco vuestras buenas intenciones, pero no era necesario.
—¿No lo era? ¿Te has dado cuenta de tu estado físico?
—Eso que no has visto cómo quedó el otro —replicó haciendo gala de su humor ácido.
—¿Cómo está el tío Shaka? —Preguntó Morani desviando la atención de T.
—Se está recuperando de sus heridas.
T giró sobre la muleta que le ayudaba a mantenerse en pie y echó a andar. Le seguimos en silencio sin separarnos de él. Sus guerreras también estaban heridas.
Pero, fue mi tío Shaka quien, sin duda, se llevó la peor parte. Estaba tumbado en su enorme cama cubierto por vendajes. En algunas zonas se veía la sangre. Shangrylah le estaba atendiendo junto a su gemela, India.
—Lo operaron ésta mañana. Shaka es fuerte. Se pondrá bien.
Lo miré. Las dos últimas frases parecían parte del mantra con el que trataba de convencerse.
—Deberíais regresar a Sabi Sands— habló la mujer de Shaka lanzándonos una dura mirada—. Esto no es asunto vuestro. Nuestro territorio no es asunto vuestro.
—Protégelos a todos, Terence—dijo Shaka como si su cerebro aún estuviera en batalla—. ¡Vete! Phoenix te necesita. Déjame aquí. Quiero morir matando.
—Tranquilo, hermano— repuso el aludido acariciando el mechón que sobresalía por el vendaje—. Descansa. Estamos en casa.
Salí al pasillo a atender el teléfono. Era mi padre. Estaba furioso.
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Scarface: El último Mapogo (+18)
AdventureAlexander "Scarface" Mapogo es el último descendiente del gran rey Makhulu. Scar hereda un vasto territorio en el que conviven en paz diferentes tribus humanas y de cambiaformas. El valiente y díscolo metamorfo deberá encontrar a su reina o reinas p...